Un reciente estudio realizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reveló que El Salvador y Honduras, ambos miembros del denominado Triángulo Norte, son los que poseen mayor flujo migratorio debido a la violencia ejercida por estructuras pandilleriles.
Según la investigación, a diferencia de los guatemaltecos que dejan su país por motivaciones económicas, los salvadoreños y hondureños huyen por la violencia e inseguridad cometida por pandillas que amenazan, matan y extorsionan a las poblaciones.
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El Salvador es el país más violento de Centroamérica desde el 2015. Ese año registró una tasa de 104 homicidios por cada 100 mil habitantes, murieron violentamente 6 mil 657 personas. El 2016 las autoridades salvadoreñas registraron una tasa de 80.2 homicidios, y fueron asesinadas 5 mil 278 personas. La disminución en la tasa responde a la implementación de medidas de emergencia contra el crimen, según la Policía Nacional Civil (PNC).
Sin embargo, son miles las personas obligadas a emigrar por ser víctimas directas o indirectas de las intimidaciones de criminales. De acuerdo a datos recientes de la Mesa de Sociedad Civil sobre Desplazamiento Forzado de Víctimas de Violencia y Crimen Organizado, en 2014 existían más de 288 mil salvadoreños desplazados a diferentes países por la violencia.
Ante la grave situación, el exviceministro para salvadoreños en el Exterior, Juan José García, expresó en una entrevista a ContraPunto que la mayoría de personas que se están yendo del país no lo hacen principalmente por el desempleo, sino porque están siendo extorsionadas o amenazadas de muerte.
“Lo que está expulsando más población en este momento es la inseguridad y la violencia de los países del Triángulo Norte. Lo peligroso de esto es que se trata de una migración no planificada. Te tienes que ir ya porque tu vida y al de tu familia está en peligro, no tienes tiempo de planificar, por lo tanto la posibilidad de éxito es menor. No se trata de una migración individual, sino son grupos familiares”, explicó García.
Datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) demuestran que 5 mil 051 salvadoreños obtuvieron estatus de refugiados el año 2009. La lista de solicitudes para ser acogidos en diferentes países en ese mismo año fue de 9 mil 751 casos aun en proceso.
Para el año 2014 se otorgó estatus de refugiado a 10 mil 969 salvadoreños y había 18 mil 037 solicitantes de asilo con casos pendientes, esto refleja un incremento de un 117% del número de refugiados y un 85% de solicitudes salvadoreñas pendientes.
En El Salvador, según fuentes oficiales, existen más de 30 mil pandilleros en libertad; y unos 14 mil más recluidos en penales. En Honduras, de acuerdo a datos su Policía, existen alrededor de 25 mil; mientras que en Guatemala las autoridades de Seguridad estiman que existen más de 19 mil pandilleros y unos mil más recluidos en las cárceles.