La epidemia de criminalidad sigue latente en el país, el Instituto de Medicina Legal (IML), reportó este jueves que un total de 2.721 personas han muerto violentamente desde enero al 7 de junio de 2016.
El 2015, año en que El Salvador se posicionó como el país más violento de Centroamérica, deponiéndose sobre Honduras, país que sostenía la mayor tasa de homicidios en la región, murieron de forma dolosa 6.657 ciudadanos, la tasa de asesinatos se elevó bruscamente a 105 por cada cien mil habitantes.
Según cifras oficiales, la epidemia de homicidios ha ido modificándose paulatinamente, por ejemplo, en 2009 la tasa de asesinatos era de 71.2 por cada 100 mil personas; en 2010 bajó a 64.8; en 2011 la tasa se elevó a 70.1; en 2012, año en que se desarrolló una tregua entre pandillas, la tasa fue de 41.2 asesinatos; 2013 evidenció 39.7; la tasa de 2014 fue de 30.2 por cada 100 mil personas.
Los primeros tres meses de 2016 avizoraban, según analistas, un año igual de violento como el 2015, o quizá peor, sin embargo, según datos de la Policía Nacional Civil (PNC), reflejan una reducción de asesinatos desde inicios de abril 2016, como consecuencia de la aplicación de medidas de emergencia en centros penales y zonas controladas por pandillas.
Recientes cifras brindadas por la PNC afirman que el promedio de homicidios en los primeros días de junio de 2016, ha sido de 7, una estadística considerablemente baja a los 23.8 reportados en enero y los 23.9 de abril del mismo año.