Cinco dirigentes de la Juventud Republicana Nacionalista (JRN) del partido ARENA renunciaron a dicho instituto político debido a que según ellos, su director de comunicaciones, Andy Failer, fue despedido por otorgar una entrevista a un medio local (El Faro) sin autorización de las autoridades tricolor. Sin embargo, el conflicto refleja contradicciones más profundas entre la vieja guardia y la juventud que quiere protagonismo.
“Lamentamos que se haya tomado la decisión de sacar de este proyecto a nuestro director de Comunicaciones de la JNR por haber brindado una entrevista a un periódico digital. Lo respaldamos y aseveramos que aunque los medios incomoden a algunos políticos, no pueden tomarse como excusa el medio cuando lo que les incomoda es el contenido”, expresan los jóvenes en un comunicado.
En dicho comunicado firmado por Julio Saravia, Erika Nottebohm, Gabriela Escolán, Erick Iván Ortiz y Ramón Ávila Magaña, sostienen que renuncian no como protesta sino como proclamación de seguir trabajando por el país y de creer en la renovación política.
“Invitamos a la dirigencia del partido que la intolerancia sea desechada para que la renovación trascienda del discurso”, concluyen.
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No obstante, ARENA salió al paso tras la renuncia de los jóvenes de su JRN, y sostiene que lo sucedido “da paso a la apertura e involucramiento de todo aquel que quiere trabajar por ARENA”.
“Da paso a Ia incorporación de otros jóvenes que quieran hacer país con temas que afectan realmente a la sociedad salvadoreña”, expresa el partido por medio de un comunicado oficial.
Añaden que ARENA es un instituto político con principios y valores que representan el sentir y la esperanza de Ia mayoría de salvadoreños.
“Como la gran familia unida que es ARENA, las diferencia o coincidencias internas las analizamos y discutimos en nuestro seno”, concluyen.
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Esta nueva fisura al interior del principal partido de oposición es parte de un listado de sus miembros que han tenido el atrevimiento de pensar diferente y opinar distinto a la dirigencia, lo que les ha ocasionado señalamientos de inmadurez y deslealtad política, así como sanciones internas a algunos de sus miembros, en un año preelectoral.