De forma voluntaria nuestros lectores de ContraPunto participaron en la medición realizada a través del Sondeo (*) relacionado a los casos de corrupción investigados por la Fiscalía General de la República (FGR).
La pregunta realizada esta semana fue: ¿Confía usted en el Sistema Judicial salvadoreño para procesar casos de corrupción?
Un 93.42% de los votantes opinaron que no hay confianza en el Sistema Judicial para procesar casos de corrupción mientras que el 6.58 % sí confía en este.
Un nuevo caso de corrupción ha sido develado por la FGR y en esta ocasión involucra a otro ex presidente de la República. Las reacciones ciudadanas apuntan a que no hay confianza en el Sistema Judicial salvadoreño ya que este no sería el primer caso que involucra a exjefes de Estado.
El primer mandatario en el ojo de justicia fue Francisco Flores Pérez, del partido ARENA, este fue acusado de malversación de fondos, enriquecimiento ilícito, peculado, lavado de dinero y desobediencia a particulares; el proceso en su contra se detuvo en la etapa de Instrucción debido a su fallecimiento.
Mauricio Funes Cartagena, ex presidente por el partido FMLN, enfrenta un juicio civil por enriquecimiento ilícito, al no poder justificar su incremento patrimonial luego de su mandato (2009-2014). Según la Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) existen irregularidades en la declaración patrimonial.
La FGR demandó de manera oficial a Funes, a su hijo Diego Funes Cañas y la ex primera dama Vanda Pignato por presunto enriquecimiento ilícito. Cartagena declaró que el proceso en su contra es parte de una clara persecución política, por ello, pidió asilo político en Nicaragua y este le fue concedido.
“Destape a la corrupción”, es el nuevo caso donde otro ex presidente se ve involucrado por delitos como: Lavado de dinero, Peculado y Agrupaciones Ilícitas. Elías Antonio Saca y otros seis ex funcionarios están procesados por el desvío de 246 millones de dólares de las arcas del Estado.
(*) Diario Digital ContraPunto El Salvador aclara que esta no es una medición científica de lo que piensa la sociedad ni de los lectores en conjunto sobre el tema presente u otros de interés, sino más bien, es un aporte al debate generado por hechos de interés nacional e internacional.