La trayectoria fiscal de América Latina y el Caribe presenta importantes diferencias entre los países del norte y el sur del continente, esto refleja divergencias en las tendencias de sus déficits, ingresos y gastos fiscales, según La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El organismo regional de las Naciones Unidas dio a conocer su informe anual Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe 2017, en el cual llama a cautelar el gasto y la inversión pública para potenciar el crecimiento, la innovación, el cambio tecnológico y enfrentar el cambio climático en la actual coyuntura.
Según la secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, los desafíos actuales de la política fiscal se dan en dos ámbitos: los que presenta la coyuntura y los de mediano y largo plazo. Entre los primeros se debe cuidar el gasto social y la inversión pública, mientras que en los segundos se incluye reducir la evasión y elusión fiscal -que se mantiene alta, en torno a 6.7% del PIB promedio, unos US$340.000 millones-, aumentar la carga tributaria y cambiar la estructura de los sistemas impositivos hacia una mayor participación de los impuestos directo.
“Para lograr una mayor eficiencia y eficacia del gasto público éste debe relacionarse más estrechamente con los factores que afectan la productividad de largo plazo de las economías”, agrega la alta funcionaria de las Naciones Unidas.
Según el documento presentado, durante 2016 el promedio del déficit fiscal se mantuvo estable en los países de la región y se ubicó en un -3.0% del producto interno bruto (PIB) regional por segundo año consecutivo, aunque con marcadas diferencias subregionales.
Asimismo, se destaca la divergencia en la evolución de los ingresos y gastos fiscales entre subregiones. Los ingresos totales de América Latina aumentaron levemente con respecto al producto en 2016, alcanzando un 18.4% del PIB en el promedio de los 17 países abarcados, gracias al alza de los ingresos públicos en México (2.0 puntos porcentuales del PIB) y en el istmo centroamericano, Haití y la República Dominicana (0.5 puntos porcentuales del PIB).
En América del Sur, en tanto, se registró una caída importante (0.5 puntos porcentuales del PIB), como resultado de una caída en sus ingresos tributarios.
La deuda pública bruta para el conjunto de los países de América Latina ha mantenido una trayectoria ascendente y alcanzó un promedio de 37.6% del PIB en 2016 (1.7 puntos porcentuales del PIB más que en 2015), indica el reporte.