Hace más de una década, como parte de una iniciativa familiar y dedicada a la fabricación y distribución de medicamentos, suplementos nutricionales e insumos médicos, nace Laboratorios Razel.
A pocos días de cumplir 12 años de trayectoria, la directora técnica Regina de Zelaya comparte que hay una constante lucha por conquistar y abrirse caminos en nuevos mercados. Hasta la fecha exportan productos a Honduras y Estados Unidos, sin embargo, para este 2016 prevé llevar sus productos al Caribe y a Nicaragua.
En sus inicios como proyecto familiar únicamente eran tres empleados. En 2006 se decidió buscar la autorización de laboratorio farmacéutico como tal y ya no únicamente maquilar productos, sino también crear una línea propia.
“Comenzamos con la etapa de registros sanitarios de aumentar cartera de productos, tramites que hay que hacer, cumplir determinados requisitos, poco a poco la empresa se desarrollo. De tres personas, en 2016 contamos con de 50 personas empleadas directamente”, explica de Zelaya.
En torno al financiamiento, compartió en conversación con ContraPunto, que para iniciar el proyecto fue en base a ahorros. No obstante, a medida necesitaron invertir en infraestructura acudieron al financiamiento bancario.
De Zelaya explica que el tema de cómo financiar un emprendimiento continúa siendo hoy por hoy una de las mayores dificultades para la micro y pequeña empresa. Otro de los grandes retos para este rubro en el mercado farmacéutico es cumplir con todas las exigencias de calidad a nivel nacional e internacional.
En cifras la tasa de crecimiento que los farmacéuticos y la industria química tienen en el país se ha mantenido positiva con un promedio de 3% entre 2004 y 2014, mientras, en la última mitad de esta década lo hizo con un dinamismo de 4%.
Hasta el 2015, ambos sectores han producido 234 millones de dólares, el 10.3% de la producción industrial total del país, cifra que los posiciona como la quinta rama industrial más importante de El Salvador, según datos de la gremial que aglutina al sector.
En el marco de estos datos alentadores para el sector, el gerente de operación, Andre Zelaya compartió que uno de los mayores logros para el grupo Razel ha sido exportar a Honduras. Proceso para el que el Laboratorio se preparo alrededor de un año y medio haciendo estudios de mercado y preparando el proyecto.
Andre ha tenido la oportunidad de participar en capacitaciones organizadas por Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (PROESA), bajo el programa exportar paso a paso. Por el momento se está estudiando el mercado nicaragí¼ense, para poder exportar.
“Tuvimos citas de negocios con empresarios, PROESA facilitó la experiencia donde uno llega y aprende mucho, la gente pide mucha distribución exclusiva, ayuda en las producciones”, expresó.
Desde su experiencia, para la economía salvadoreña la exportación es vital ya que las empresas pueden sobrevivir, crecer, expandirse y dinamizar las cadenas productivas e intercambio comercial. “Es de obligatoriedad buscar mercados extranjeros, y cumplir requerimientos de calidad, dar saltos tecnológicos avances y buscar ayudas”, explicó de Zelaya.
Entre los obstáculos, representantes del laboratorio detallan que la inseguridad no ha paso inadvertida. Según explicó la directora técnica, el impacto del fenómeno está presente a tono nivel, de forma directa o indirecta.
“Hay manos de obra que viajan largas distancias, hay inconvenientes de transporte, robos, redadas eso lógicamente crea un ausentismo e impacta en la producción y no nos permite lograr metas”,acotó.
En promedio Laboratorios Razel, está exportando entre $70 y $80 mil anuales, si las proyecciones se cumplen y conquistan el mercado caribeño y nicaragí¼ense, las cifras se triplicaría. “La aceptación y el crecimiento ha sido bueno”, añadieron satisfechos los representantes de la empresa.
En torno a la generación de empleos para el año en curso se prevé generar un 30% más, lo que equivale a 12 o 15 personas más en la planilla.
