Aprovechemos las crisis para buscar soluciones permanentes a viejos problemas.
Ante la crisis suscitada por la proliferación de algas en la Planta Potabilizadora de Agua de Las Pavas, que ocasionó serios problemas de calidad del agua en el Gran San Salvador, me permito hacer algunas observaciones y recomendaciones.
No voy a profundizar en las causas, pero las proliferaciones de algas en agua dulce son consecuencia de un exceso de nutrientes, particularmente fósforo y nitrógeno. Ante esto hay que prestar atención al uso indiscriminado de agroquímicos, en especial, a los tipos, cantidades y formas de aplicación de fertilizantes por parte de los agricultores.
La problemática del agua también nos lleva a hablar del suelo (agua azul y agua verde). Cuando se pierde la cobertura del suelo, se pierde su capacidad de absorción o infiltración, con consecuencias en los mantos acuíferos o freáticos. Asimismo, hay problemas de erosión que repercuten en pérdida de fertilidad del suelo y sedimentación o azolvamiento de ríos, embalses y plantas potabilizadoras de agua. La solución para este problema es simple, aunque no es fácil; se requiere mayor cobertura del suelo y construir obras de conservación de suelos y agua. Para ello, es necesario eliminar prácticas agrícolas nocivas, principalmente las quemas; además del manejo eficiente de rastrojos y establecimiento de cultivos de cobertura (pastos mejorados, frijol canavalia y mucuna).
No podemos seguir utilizando los suelos clase VII y VIII para actividades agropecuarias. Ésta clase de suelos son estrictamente de vocación forestal, pero en nuestro país son utilizados para la siembra de granos básicos y pastoreo de ganado.
Pero qué hacer con éstas tierras si son privadas y son el medio de vida o sustento de miles de familias campesinas? Reforestarlas? Sí y no. La reforestación es cara y no es efectiva. En El Salvador se han ejecutado decenas de proyectos de reforestación, sin los resultados e impacto esperados, MADELEÑA es un buen ejemplo. Por qué no pensar en la regeneración natural del bosque acompañada de compensación por servicios ecosistémicos o pago por servicios ambientales? Tengo propuesta de mecanismo de compensación con participación de alcaldías, asociaciones de productores y juntas administradoras de proyectos de agua potable. Lo mismo podemos hacer con los bosques de galería y zonas de recarga hídrica.
Es tiempo de considerar otras opciones, además de la ya clásica reforestación, especialmente si se considera que el 75% del territorio salvadoreño está ocupado por sistemas agropecuarios y que cerca del 90% de agricultores y ganaderos trabajan en parcelas de menos de 3 manzanas (agricultura de subsistencia).
Los sistemas agroforestales y silvopastoriles o combinación de árboles con cultivos y pastos, son una opción de restauración de paisajes agrícolas, acompañados con obras de conservación de suelos y agua (acequias, diques, fosas de infiltración de agua, barreras vivas y muertas etc.). Los agricultores y ganaderos están dispuestos a “reforestar” a través del establecimiento de fincas diversificadas de frutales y parcelas de pastos mejorados en asocio con especies forestales forrajeras.
(*) Autor es Consultor en Ambiente y Desarrollo y Maestro en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural