El Tribunal Segundo de Sentencia absolvió al español Juan Alfonso Cardenal, de 43 años, y al salvadoreño Diego Salcedo Moore, de 45, a quienes eran acusados del delito de violación de privilegios de invención.
El juez falló en contra del ingeniero salvadoreño, René Núñez, ya que no pudo demostrar que él fue el inventor del proyecto denominado Turbococina y por liberó de cargos a los dos procesados, a quienes Núñez les exigía pagar $20 millones por usar su proyecto.
El fallo se registró de esta forma, porque Núñez no presentó el certificado de inscripción extendido por el Registro de Comercio del Centro Nacional de Registros que demostrara que él era el titular del invento. Además, el juez no encontró pruebas que incriminen a los financistas de la investigación de la Turbococina.
Según la información oficial, el problema se origina entre 2009 a 2012 cuando las partes en disputa firman con el Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL) un convenio para la fabricación de 100,000 cocinas para las escuelas y familias de escasos recursos del país.
Fue en esta alianza que Núñez supo que no figuraba como titular en la empresa, porque los financistas ocuparon una patente estadounidense a través de una sociedad fundada en Suiza, eso lo llevó a iniciar el proceso judicial contra ellos en un principio por estafa agravada y violación de privilegios de invención.
El defensor de los acusados, Dimas Romano hijo, afirmó que el juez en su análisis dejó claro que en la turbococina no se había cometido ningún tipo de delito.
“Hubo un consentimiento del ingeniero inventor, él tenía conocimiento de la creación de la empresa Soter AG S.A de C.V para la explotación de la invención y que no fue a firmar porque dijo que tenía cosas más importantes que hacer, a la fecha que se cometieron supuestamente los ilícitos supuestamente, el señor Núñez no era titular de ese invento”, afirmó.
La oferta que presentaron al FISDL se hizo con base en una patente de explotación del invento extendida en los Estados Unidos.
“Al ingeniero Núñez en ningún momento se le ha quitado ninguna titularidad o relevancia del derecho de su invento, él puede perfectamente explotar en la manera y forma que estime conveniente”, explicó.
Agregó que consta en el proceso que al ingeniero salvadoreño se le pagaron cerca de $200,000 para desarrollar el programa, a parte de la financiación para certificar este proyecto que corrió por cuenta de sus patrocinados, que casi ascendió al millón de dólares.
Al final el proyecto que cuesta entre $300 y $400 por Turbococina y que pretendía beneficiar a las escuelas del Ministerio de Educación y a familias de escasos recursos ya no se desarrolló porque cayó el financiamiento a través de bonos de carbono, ante la trascendencia que había tenido el proyecto en la Oficina del Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas.
Lamenta lo sucedió y apelará la medida judicial
Por su parte, el lamentó la resolución del tribunal porque que según él se desprotegió su derecho.
“No puedo creer que prevalece la injusticia en El Salvador y que los derechos de los salvadoreños no valen nada, es una vergüenza que hayan absuelto a estos señores y que yo haya quedado absolutamente sin nada en un proyecto en el que yo invertí toda mi vida”, reclamó.
Agregó que el proyecto lo llevó a invertir más de $4 millones de su patrimonio y 25 años de su vida en el desarrollo que por su impacto ecológico fue considerado el mejor invento para enfrentar el cambio climático por la ONU.
Núñez denunció que ha pasado seis años gestionando la inscripción de su invento en el CNR, y sin dar mayores detalles, dijo que en esa institución le impidieron registrar el invento por orden del exfiscal Luis Martínez (preso en Metapán).
