El economista salvadoreño, Mauricio Choussy, detalló que las proyecciones de los indicadores sociales no dan un panorama alentador para la población salvadoreña, debido a la contracción de la economía regional por los efectos de la pandemia del coronavirus.
“Lo peor son los indicadores sociales, van a haber un millón de nuevos pobres, el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, habló de 600, 000 nuevos pobres, esto se traduce en diez años de retroceso, ahora la desigualdad va a ser peor, muchas del as personas que habían logrado de ser pobres y pasar a clase media va a regresar a ser pobres, un 10% de la clase media va a ver afectada su forma de vida”, advirtió el economista durante una entrevista televisiva.
Choussy difiere con las proyecciones de 60 mil perdidas de empleos que estima el gobierno a consecuencia de las medidas para contener la enfermedad, ya que aseguró que el nivel de desempleo será mayor.
El especialista se respalda con los datos presentados por las AFP, que indican que hasta abril se habían perdido 61 mil empleos, por lo tanto, estima que la cifra rondará entre los 175,00 a 200,000 empleos perdidos al cierre de 2020.
Señaló que la contracción económica va a agravar la capacidad de producir empleos, muchas empresas van a quebrar, y tanto empresas como personas no van a tener capacidad para pagar sus créditos, esta es una situación es crítica.
“El impacto que sufre la economía en abril ya cuando estábamos en cuarentena es mucho más fuerte, se contrajo prácticamente una tercera parte de la actividad comercial. Con una nueva cuarentena puede ser que la economía se contraiga un 4 % más. Hay que poner mucha atención en que los precios de los alimentos no continúen creciendo, es importante el abastecimiento por lo menos de los granos básicos, en esto es importante cuidar a los productores locales”, acotó.
También señaló que en El Salvador se generó mucha más incertidumbre que el resto de Centroamérica.
“No hay confianza para inversión, falta que sepamos realmente cómo se va abordar esta crisis, otros países ya van adelante con su reactivación económica, aquí todavía estamos entrampados”, apuntó.
La deuda PIB va quedar con un 93%, el consumo privado se va a contraer un 7% y la inversión privada y el déficit fiscal van a llegar a nivel históricos, llevará a El Salvador a cerrar este año con un déficit fiscal superior al 10 % del PIB, ubicándose entre $2,300 y $2,600 millones, según un estimado del Fondo Monetario Internacional (FMI) y citadas por el ingeniero Choussy.
Choussy considera que ha habido muy mal manejo de la pandemia y no hay un plan claro de cómo reactivar la economía, lo que es urgente, dijo. “Tenemos indicadores muy malos, a las personas que trabajan en sector salud no los hemos protegido adecuadamente, y es muy triste, y necesitamos más gente en los hospitales, hay una crisis grave”, insistió el expresidente del BCR.
La inversión social ya está comprometida, advirtió el economista y es que el gobierno ha quedado tan endeudado que no va a poder pagar las necesidades la población porque va a pagar 1600 millones en intereses de los préstamos que ya está consiguiendo.
“No hay un plan de reactivación económica, ante una crisis de esta magnitud, debería haber un plan para reactivar la economía, el tiempo que pasan en perseguir langostas y pelear debería ser usado para un plan de reactivación económica, debe haber un equipo de primera que se dedique a manejar esta crisis “, recomendó el economista.
Choussy concluyó mencionando que el Ejecutivo debe “Hacer un viraje en la dirección de su administración que permita atraer inversión y recuperarnos como país”, el Gobierno, dijo, debe y recuperar la confianza en el exterior, misma que perdió con el 9 F , con la toma de la Asamblea Legislativa.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, confirmó que habrá un alto grado de pérdida de ingresos tributarios que tiene el país debido a la crisis económica del COVID-19.
Explicó que hay una nueva proyección de pérdida, de $990 millones pasa a $928 millones, hay una disminución de 60 millones, a la fecha hay $2,661 millones que implica una pérdida en el presupuesto de $648 millones con respecto al presupuesto de este año y $396 millones con respecto al año pasado, las principales pérdidas son de IVA $201 Millones y Renta $272 millones.
“Es decir, que hay -12.5% con respecto al año anterior y casi 20 puntos respecto al Presupuesto General de la Nación 2020”, explicó el titular de Hacienda.
Ante ello, reiteró que pese a la incertidumbre que estas cifras arrojan, desde Hacienda se trabaja arduamente para garantizar que el país siga funcionando.
"La función del Ministerio de Hacienda es garantizar la estabilidad de las finanzas públicas para que el Estado siga funcionando. Nosotros hemos hecho distintos escenarios para evaluar y atender las necesidades de recursos", sostuvo.
Fuentes también destacó que su cartera de Estado, a pesar de las cifras negativas que está dejando el COVID-19 en la economía global, ha trabajado en reducir los gastos del Estado y colocar los recursos de manera estratégica para garantizar la estabilidad de las finanzas públicas y que después se debe buscar mecanismos de consolidación fiscal.
"Después habrá que buscar los mecanismos para retornar al proceso de consolidación fiscal. El Salvador tiene gente muy trabajadora y la administración del presidente Nayib Bukele está haciendo las cosas bien", añadió.
En ese sentido recordó que el Estado paga la Deuda pública, Programas sociales, FODES y Obligaciones generales del Estado, que son ineludibles y que, hasta el momento, “no ha dejado de pagarse en ningún momento”.
