A principio de los años sesenta, cuando estudiaba la secundaria en el CUM de Monterrey, viví en mi condición de adolescente el episodio de los misiles soviéticos, con ojivas atómicas, instalados en Cuba. En ese entonces pensaba que era posible que se desatara una guerra mundial de carácter atómico y que, sin tener nada que ver, mi familia y yo podíamos morir a consecuencia de la misma. Eran los tiempos de la Guerra Fría.
El próximo viernes 20 de enero, Donald Trump, el millonario inmobiliario, asumirá la Presidencia de Estados Unidos. Por su estilo agresivo y brabucón y también por su discurso xenófobo, racista, misógino y antimigrante pensé que perdería la elección. Las encuestas así lo decían. En la elección popular fue derrotado por tres millones de votos, pero el sistema de votación por delegados lo favoreció y ese es el que cuenta.
Con la llegada de Trump a la Presidencia se ha instalado la incertidumbre de lo que pueda ocurrir a nivel mundial. Ya como presidente electo descalificó a los servicios de inteligencia y seguridad de su país. Ha dicho que éstos no saben investigar y que sus afirmaciones son falsas. El presidente tiene la decisión de usar o no el armamento nuclear. ¿De dónde se hará de la información para tomar esa decisión? ¿A quién le va a hacer caso en materia de seguridad?
En la campaña despotricó contra la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y los países europeos integrantes de la organización han manifestado sus dudas y también su preocupación sobre las afirmaciones que Trump ha hecho a favor de Vladimir Putin y Rusia, tradicional adversario de la OTAN. En días pasados se ha enfrentado de manera abierta con China y roto, por la vía de los hechos, los acuerdos políticos y militares establecidos entre Estados Unidos y el país asiático. ¿Qué va a suceder con la OTAN? ¿Qué se espera de la relación de China y Estados Unidos? ¿Qué de la relación de Rusia y Estados Unidos? No son temas menores. Con Trump hay posibilidades de que se puede desestabilizar el sistema global e incluso abrir episodios de nuevas guerras.
México está en la mira del nuevo presidente de Estados Unidos. La construcción del muro, la expulsión de los migrantes sin papeles y la negociación o salida del Tratado de Libre Comercio fueron temas centrales de la campaña, pero los ha mantenido ya como presidente electo. De eso trató en su primera conferencia de prensa que fue desastrosa y como tal noticia mundial. ¿Qué esperar de ese personaje primitivo y grotesco? ¿Será posible dialogar con él? ¿Se querrá imponer y someter a México en lo que él quiera?
A partir del próximo viernes la incertidumbre se cierne sobre el futuro del mundo y de manera particular sobre México, la frontera sur de Estados Unidos. Lo que pueda hacer Trump, presidente de la todavía primera economía y la mayor potencia militar del mundo, mantiene a todos en tensión. Hay miedo de lo que pueda hacer un hombre, que cree en la supremacía blanca, y no tiene ninguna experiencia en la política. Ahora tengo la misma sensación que con el episodio de los misiles en Cuba.