La Dirección de Reconstrucción del Tejido Social inauguró, este sábado, el Centro Urbano de Bienestar y Oportunidades (CUBO) en la comunidad Iberia, ubicada en San Salvador.
Ante esto, el director de Reconstrucción del Tejido Social, Carlos Marroquín, recordó que el camino para hacer realidad este proyecto no fue nada fácil y, dentro de la comuna capitalina, muchos se opusieron a que este tipo de proyectos se llevara a una de las zonas consideradas más peligrosas de la capital.
“No fue nada fácil fue completamente un camino difícil, sobre todo, porque una de las cosas que más ha golpeado a las comunidades, por mucho tiempo, es la estigmatización y la exclusión, especialmente de aquellos sectores políticos de toma de decisiones que siempre vieron a las comunidades como algo miserable para poder hacer inversiones”, declaró Marroquín.
No obstante, enfatizó que se luchó por desarrollar la obra con el principal objetivo de lograr cambiar la realidad de los habitantes de la referida comunidad.
La construcción de más CUBO forma parte de la fase 2 del Plan Control Territorial, orientada a generar oportunidades en zonas estigmatizadas y alejar a los jóvenes de la violencia.
Marroquín destacó que este proyecto está trascendiendo fronteras y se ha convertido en un referente a nivel regional, ya que hay interés por replicarlo en otros países de Centroamérica.
El director del Tejido Social se reunió esta semana con la embajadora de Costa Rica, donde se proyecta ejecutar un proyecto similar.
“Un país, que la oposición sigue utilizando para decir que viven mejor que nosotros, quiere conocer el proyecto del CUBO porque les interesa por la ola de violencia que están viviendo, a causa de la migración de un país vecino”, declaró.