Vásquez fue asesinado a tiros por desconocidos el 29 de marzo, cuando iba a una celebración de Semana Santa en la localidad de Lolotique, provincia oriental de San Miguel.
Escobar Alas reclamó a las autoridades de investigación que "era inaceptable que no existieran aún indicios" de los motivos y los responsables del asesinato.
El arzobispo apuntó que las autoridades no pueden seguir manteniendo el caso en “la oscuridad” y fue categórico en exigir que se hagan las pericias correspondientes para avanzar con la investigación y dar con el paradero de los responsables del homicidio del religioso.
Vasquez fungía como párroco en la ciudad de Usulután, también en el oriente de El Salvador, pero por la Semana Santa lo habían enviado a Lolotique, San Miguel, a dar misa.
La policía y fiscalía han afirmado que se está investigando el crimen.