Estamos a pocos días de que se cumplan doscientos años de la separación de Centroamérica del imperio español. El actual gobierno de nuestro país, llevará a cabo eventos que celebren este bicentenario. Escribiré una serie de breves artículos sobre el complejísimo comportamiento del imperio español en América. Serán humildes escritos muy breves, que buscarán incentivar el debate y la polémica. Este es el primer artículo.
La Historia está llena de todo tipo de crueldades, y los imperios del pasado tienen gran responsabilidad en ello, sin embargo, condenarlos totalmente es muy precipitado. Recordemos que, al menos, gran parte de los avances científicos, morales, políticos y económicos, nacieron en el seno de grandes imperios. Por eso, rechazar totalmente a imperios del pasado, es rechazar los avances que sucedieron gracias a ellos.
Las personas influenciadas por la ‘’leyenda negra española’’, nos dicen que éramos, para nuestra desgracia, una colonia de España. Pero esta idea es bastante discutible, o quizás refutable. La historiadora hispanista María Elvira Roca Barea, sostiene que, jurídicamente nunca fuimos colonia, sino parte integral del imperio español. Una prueba de ello es que, los indígenas eran considerados súbditos de la corona al mismo nivel que los españoles peninsulares. La América española era llamada ‘’Reino de Indias’’, y se encontraba al mismo nivel que los reinos de la España peninsular, en su dependencia de la corona.
El imperio español en América fue un imperio generador, según Iván Vélez. El filósofo de la literatura e hispanista Jesús Gonzales Maestro, nos dice que, a diferencia de imperios como el británico, que prohibió la mezcla racial, el imperio español en América la promovió mediante matrimonios entre españoles e indígenas.
El Santo Oficio sólo era una jurisdicción específica de la iglesia católica, nacida para perseguir judaizantes, moriscos y protestantes. Según Pedro Escalante Arce, el Santo Oficio no tenía jurisdicción sobre los indígenas.
La expansión española en América fue sometida a fuertes debates filosóficos y jurídicos en la península ibérica. La corona española les otorgó a los indígenas la calidad de súbditos y los declaró seres humanos libres, también los defendió de la tiranía y del abuso de las bandas de conquistadores. Es decir que, el imperio español reconoció a los indígenas como sujetos de derecho.
‘’La Leyenda Negra española’’ promueve una interpretación muy sesgada del comportamiento del imperio español en América, hace mucho énfasis y exageración en su parte oscura, pero nada o poco dice de su carácter generador.
Es necesario abandonar la ‘’leyenda negra española’’, para obtener una visión lo más objetiva posible sobre nuestro pasado imperial español. Debemos reconocer el carácter generador que España tuvo en América. Somos hijos del extinto imperio español.