Ser de izquierda en el mundo capitalista significa que se está dispuesto a adquirir poder por medios pacíficos o militares y utilizarlo al servicio de la mayoría de la población, en un proceso histórico que tiene como trasfondo la lucha entre el poder económico, político, social y cultural de las clases dominantes y dominadas. En el mundo moderno, para realizar esa lucha, las clases necesitan contar con instrumentos de lucha: partidos políticos, sindicatos, cooperativas, asociaciones comunales, movimientos ciudadanos por reivindicaciones específicas, etc.
El proceso democrático revolucionario en América Latina comenzó en Chile en el año 1970, Salvador Allende, participó como candidato presidencial de una coalición de partidos de izquierda (socialista, comunista y radical), logra la mayoría de votos en la cuarta elección presidencial en que participaba, sin obtener el porcentaje de votos necesarios para dirigir el Poder Ejecutivo; el Poder legislativo tuvo que decidir entre los candidatos de la coalición de izquierda y de la Oligarquía Agraria, los representantes del Partido Demócrata Cristiano que se encontraba gobernando, había utilizado una política en contra de la oligarquía agraria por tanto votó por Salvador Allende, permitiéndole llegar al gobierno. A los dos años y diez meses de ejercer el gobierno, impulsando una política social amplia y progresiva, la fuerza armada le dió un golpe de estado. El General Pinochet gobernó durante aproximadamente 15 años, ejerciendo una dictadura militar y aplicando el modelo económico neoliberal. Por un acuerdo con los militares, se inició un proceso de transición a la democracia que dio continuidad al desarrollo social que había comenzado a implementar el Partido Demócrata Cristiano y la Coalición de Izquierda antes de la dictadura militar, esto facilitó la llegada de gobiernos de centro izquierda: Patricio Aylwin (1990), Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1964), Ricardo Lagos (2000) y Michelle Bachelet (2006 y 2014). En la actualidad el gobernante es Sebastián Piñeira de la derecha chilena.
En Venezuela, los partidos tradicionales de la tendencia social demócrata y social cristiano, ambos de derecha, habían aplicado el modelo neoliberal, generando graves problemas sociales a la población. El Movimiento Quinta República cuya ideología se basaba en los ideales de Simón Bolívar, así como de otras corrientes humanistas, socialistas , nacionalistas e indigenistas, a favor de la democracia participativa; apoyó a Hugo Chávez como candidato a la Presidencia de la República en 1988, obteniendo la victoria sobre una coalición de partidos tradicionales; fue reelegido en el año 2006; en el 2007, nueve partidos revolucionarios que apoyaban la revolución bolivariana se disolvieron para iniciar el proceso de creación del Partido Socialista Unido de Venezuela, que duró aproximadamente cuatro años; además del Partido Socialista Unido de Venezuela, otros catorce partidos revolucionarios apoyaron la reelección de Chávez en el año 2012, pero falleció a los pocos meses de iniciado el período presidencial; el Vice Presidente Nicolás Maduro asumió el poder transitoriamente, luego éste fue electo en el año 2013 y reelecto en el 2018.
En Brasil, el movimiento social había venido creciendo, especialmente los llamados trabajadores sin tierra, así como el movimiento sindical, el país se encontraba al final del segundo período presidencial de Fernando Enrique Cardoso, un socialdemócrata de derecha que aplicó el modelo económico neoliberal. El Partido de los Trabajadores, surgido del sindicalismo espontáneo de trabajadores de Sí£o Paulo de finales de los años setenta, que proclama el socialismo como forma de organización social, llevó a su fundador Luíz Lula da Silva a la Presidencia en el año 2003, fue reelecto en el 2006; en las elecciones de 2011 ese partido ganó con Dilma Rousseff, meses antes de finalizar su mandato fue suspendida para enfrentar un proceso legal.
En Bolivia, se creó el Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP), surgido de la unión de los tres principales movimientos campesinos indígenas, los cuales venían luchando por el agua, la defensa de la producción de la hoja de coca, así como por reivindicaciones indígenas; habían comenzando a crear una conciencia nacional; decepcionados de los partidos políticos de derecha y de izquierda inician la transformación de ese movimiento social en un movimiento político. El Movimiento al Socialismo (MAS), integrado también por movimientos campesinos indígenas, pero que había logrado atraer a sectores medios intelectuales, así como a militantes de diferentes grupos políticos de izquierda, había impulsado la candidatura de Evo Morales para diputado habiendo ganado y luego lo había apoyado en las elecciones presidenciales del 2002, logrando quedar en el segundo lugar. El MAS le ofreció al IPSP una alianza para llevar a Evo Morales nuevamente como candidato presidencial, ganando la Presidencia en el año 2005, fue reelecto en el 2009 y 2014, su mandato llegará hasta el año 2020.