lunes, 15 abril 2024

Fortalecimiento polí­tico ideológico del FMLN

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El objetivo polí­tico para la actual etapa histórica, es decir durante las próximas tres décadas, es el cambio en el modelo capitalista hacia uno que sea más justo desde el punto de vista económico, polí­tico y social, que genere mayor producción, la distribuya mejor, aumente el ahorro y la inversión, incremente la clase media, disminuya el poder económico, polí­tico y social de la oligarquí­a y se respeten los derechos humanos.

El objetivo polí­tico histórico, para las próximas siete décadas, es realizar una transformación democrática revolucionaria hacia una sociedad socialista, es decir en donde las personas reciban una remuneración por su trabajo de acuerdo a sus capacidades, los ciudadanos tengan una vida digna y la acumulación se realice en función del ahorro personal y social.

El objetivo ideológico es la actualización, adecuación y auto superación crí­tica constructiva de los medios y métodos de lucha empleados para lograr el objetivo polí­tico de esta etapa histórica (próximas tres décadas) y el objetivo histórico socialista; para ello se debe, aprovechar el desarrollo de la teorí­a revolucionaria a nivel mundial y nuestra experiencia histórica.

Los objetivos de la educación ideológica y polí­tica son elevar la calidad de la militancia y del partido, robustecer el movimiento popular, acrecentar y consolidar el poder polí­tico propio y gestionar transformaciones del sistema de poder económico, social y polí­tico.

Un elemento esencial del fortalecimiento ideológico y polí­tico es que la militancia y el partido comprendan la necesidad histórica de la unidad de la izquierda, es decir de los que están en contra del modelo económico neoliberal, que luchan contra la oligarquí­a y por el respeto de los derechos humanos; así­ como de la transformación del pensamiento y la práctica polí­tica de las personas que ahora son de derecha, es decir que en la etapa histórica actual están conformes y pretenden mantener el modelo  económico neoliberal, apoyan los intereses de la oligarquí­a y no luchan por el respeto a los derechos humanos. Dentro de la militancia del partido se deben desarrollar prioritariamente a los cuadros del partido, es decir personas que se dedican a desarrollar al resto de militantes, ayudándoles a que comprendan la necesidad y estén dispuestos de hacer avanzar la sociedad hacia el socialismo y hacia la eliminación de la explotación del hombre por el hombre.

Debemos de aprovechar la experiencia de unidad revolucionaria lograda durante la guerra contra la dictadura militar, en que comunistas, socialistas, social demócratas, social cristianos y liberales de avanzada pudieron unirse.

Se debe superar el trauma de la época en que el FMLN habiendo logrado eliminar la dictadura militar e iniciar un proceso de democratización, con la aplicación de los Acuerdos de Paz, los tildados como “renovadores”, principalmente compañeros social  demócratas,  no lograron aceptar la nueva misión que debí­a adoptar el FMLN, es decir, luchar contra el neoliberalismo y avanzar hacia una sociedad socialista; lograron ascender a la dirección del partido,  haciendo una propuesta polí­tica a la población de menor calibre polí­tico e ideológico, de la que se le habí­a hecho en la primera elección presidencial en que participó el FMLN, llevando de candidato a Rubén Zamora; resultando en una pérdida significativa de votos en la segunda elección, en que el candidato fue Facundo Guardado, quien propuso un programa de gobierno que no tení­a nada de revolucionario; entrando el partido en la segunda crisis de identidad revolucionaria de su historia; utilizando un proceso de elecciones internas, la corriente socialista revolucionaria logró desplazar a la corriente renovadora de la dirección del partido. El problema es que la militancia de izquierda no ejerció su poder, no se respetó el principio de la dirección colectiva, los renovadores se aprovecharon como miembros de la dirección, no se aplicó oportunamente la crí­tica y la autocrí­tica. No se trata que en el partido sólo exista supuestamente el sector más avanzado de la izquierda, debe estar toda la izquierda y el partido además de defensor de los intereses de las clases dominadas y explotadas sea un instrumento mejorador de la calidad de la izquierda.

Se debe desarrollar y fortalecer el sistema de formación ideológica y polí­tica para todos los militantes, de base y de organismos de dirección partidaria, tanto la formación básica como la especializada.

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Santiago Ruiz
Santiago Ruiz
Columnista Contrapunto.
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