El coronel de las Fuerzas Armadas de El Salvador, Natividad de Jesús Cáceres Cabrera, mejor conocido como “El Comandante”, falleció entre el jueves o viernes de la semana pasada por enfermedades derivadas de su avanzada edad, según informó “Causa Justa Pensionados Ipsfa”.
“En reconocimiento al Sr. Coronel de Infantería Diplomado de Estado Mayor en la Honrosa Situación de Retiro Natividad de Jesús Caceres Cabrera, mostramos la Portada de su publicación " El Comandante"… Un líder y un administrador”, indicó la agrupación del IPSFA.
Además, los pensionados retomaron la frase del libro de Cáceres: "Todo Comandante debe de estar convencido que su guarnición es una Empresa, que si bien es cierto no está destinada exclusivamente producir bienes y servicios si administra muchos de ellos y lo más importante aún, el tiene el privilegio muy especial de administrar la propia vida, de sus subordinados, tal como lo indica nuestro juramento cuando reza " Y OBEDECER AL SUPERIOR QUE OS ESTUVIESE MANDANDO, AUN A COSTA DE NUESTRA VIDA."
Este documento, fue emitido en abril de 1990 para toda la oficialidad de la época, que sirve como guía a nuevos militares salvadoreños.
Cáceres Cabrera, quien estaba en situación de retiro, fue uno de los miembros de “La Tandona”, es decir, el grupo de oficiales graduados de la Escuela Militar en 1966, que llegó a ocupar importantes cargos en el Ejército y en el Gobierno durante los años 80.
Producto a ello, el militar fue uno de los oficiales ejecutivos del Batallón Atlacatl en diciembre de 1981. Por lo tanto, en declaración jurada un soldado acusó al coronel de haber estado involucrado en la masacre de El Mozote, tras solo estar por debajo del teniente coronel, Domingo Monterrosa Barrios.
La masacre de El Mozote tuvo lugar en el marco de la guerra interna de El Salvador, que enfrentó al Ejército, financiado por Estados Unidos, y a la guerrilla Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) entre 1980 y 1992 y dejó un saldo de 75.000 muertos y 8.000 desaparecidos.
De acuerdo con un informe de las Naciones Unidas, el batallón de élite Atlacatl ejecutó en diciembre de 1981 a la población civil del caserío El Mozote y otros aledaños, y el número personas asesinadas ascendió al menos a 988.
Una ley de amnistía en 1993 cerró el caso por más de 20 años, pero la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema anuló esta ley en 2016 y ese mismo año se reabrió el proceso.
A la fecha, unas 40 personas han testificado contra, entre ellos dos soldados que participaron en el operativo que derivó en la masacre y decidieron colaborar en el proceso.
