El fallecido exalcalde Ilopango, Salvador Ruano, fue señalado de supuestamente mandar asesinar el 13 de junio de 2015, a un activista del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mario Alfredo González Paz.
En la diligencia contra 79 pandilleros, que se realizó el miércoles se mencionó que Ruano ordenó el crimen porque González Paz le robaba votos en el municipio y para que no le afectara su camino a la reelección por un segundo período.
La Fiscalía ha presentado pruebas confirmado que Ruano contactó a un pandillero para entregarle dinero y un fusil A2 como pago, luego de haber cometido el homicidio del activista del FMLN.
A la víctima quien también era un dirigente sindical, le dispararon por detrás en la cabeza cuando estaba sentaba frente su casa junto a su esposa Reina Alcántara, exalcaldesa de Ilopango, quien también era coordinadora de un comité de base del FMLN en la colonia San Felipe, de Ilopango.
A Salvador Ruano y al alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, el testigo criteriado «Noé» durante el juicio de la «Operación Cuscatlán” reveló que se reunieron con representantes de las pandillas MS 13 y 18 en enero y febrero de 2014, para pedirles que votaran por Norman Quijano. El testigo confirmó que Arena les entregó $69,000 a través de Ernesto Muyshondt.
Además de ese homicidio, el ministerio público les atribuye a los pandilleros otros 11 casos, en la audiencia preliminar que realizó el Juzgado Especializado de Instrucción C, fueron señalados también de privación de libertad, feminicidio agravado y agrupaciones ilícitas.
Los acusados se reunían en varios reclusorios, entre ellos Mariona y Cojutepeque, desde donde llevaban las órdenes para cometer los homicidios. Según las pesquisas, los pandilleros delinquían en los municipios de Ilopango y San Martín.
En la diligencia la Fiscalía expuso tres feminicidios ocurridos el 14 de enero de 2012 en un predio baldío de la Colonia Cel 2, en Lomas de San Bartolo sector 3 de Ilopango.
A las víctimas las identificaron como: Yanci Yamileth Alvarado, Vanessa Jacqueline Vásquez y Wendy Beatriz Cruz Leiva, la última víctima era novia de un agente de la Policía Nacional Civil (PNC) cercano al lugar donde ocurrieron los hechos.
