La decisión del gobierno salvadoreño de terminar relaciones diplomáticas con China (Taiwán) y el inicio de relaciones con la República Popular de China, ha generado diversas reacciones tanto a favor como en contra, y ha dejado más preguntas que respuestas sobre las verdaderas causas que lo motivaron a tal decisión, y las repercusiones geopolíticas y comerciales que esta acción puede acarrear contra El Salvador.
El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, y el portavoz presidencial Roberto Lorenzana, se han limitado a decir que las oportunidades económicas y de inversión con China son más amplias. La decisión, obligó a suspender de manera exprés los proyectos y cooperación de Taiwán tiene en El Salvador.
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La decisión también ha dejado a Estados Unidos analizando la relación de cooperación con El Salvador, y no descarta que haya un impacto. De hecho, Marco Rubio, senador republicano estadounidense, ha amenazado con impulsar el fin de la cooperación a El Salvador.
En El Salvador, partidos como GANA y ARENA rechazaron la ruptura con China (Taiwán), una relación de más de 80 años y con millones de dólares de por medio en cooperación en rubro de salud, educación, economía y cultura, entre otros aspectos.
La cónsul general de China, Ou Jianhong, en entrevista a algunos medios digitales salvadoreños, ha afirmado que su país no interferirá en asuntos políticos internos de El Salvador, y tampoco tiene intenciones de una injerencia militar.
“Uno de los principios fundamentales de la diplomacia China es la no intervención en los asuntos internos de otro país, el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y El Salvador es una decisión política, no es de ninguna manera una ficha de negocio”, dijo la diplomática china al periódico La Página.
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“En la apertura de relaciones diplomáticas con El Salvador no ha habido negociaciones oscuras. Todo este proceso resistirá cualquier revisión de personas, de partidos políticos”¦ y del tiempo”, expresó al periódico digital El Salvador Times.
Las diferencias entre China Popular y China Taiwán son marcadas, y, aunque China sostenga que Taiwán sigue siendo territorio chino, ambas naciones se consideran diferentes una de la otra.
China popular o conocida como China continental, es uno de los países más grandes del mundo; Taiwán, por su parte, es una isla desprendida del territorio chino continental. Tiene su propio estilo de gobierno.
El Salvador era, hasta el 20 de agosto pasado, uno de los pocos países en el mundo que reconocía a Taiwán como nación independiente ante las Naciones Unidas. No obstante el rompimiento de sus relaciones, este país centroamericano se vuelca a respaldar a China Popular.