El domingo 16 de junio de 2019, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN (principal partido de izquierda de El Salvador), realizará sus elecciones internas, las cuales tuvo que adelantar, como producto de la abrumadora derrota en la elección presidencial de febrero, y su consecuente y urgente necesidad de recomposición y de renovación. En estas elecciones, Cledys Molina, es la primera y única candidata mujer, que compite por la secretaría general del partido.
Quiero aclarar que no conozco a Cledys Molina. Recuerdo haberla visto una vez, hace como veinte años, en las primeras discusiones que se hacían para la creación de una ley de la juventud en El Salvador, cuando ella era una lidereza de la juventud efemelenista, pero como nunca fui militante del Frente, no conozco nada de su trayectoria política después de eso. Por esta razón, esta columna, No es para promover su candidatura, porque no sé qué intereses defiende, ni tampoco sé si es capaz o no de hacer cambios radicales en el quehacer político de su partido, pero leí una entrevista que el periódico El Faro le hizo, y el título: “Me han dicho que estoy haciendo el ridículo por buscar la Secretaría del FMLN”, (1) me provocó a escribir.
Según ella comenta en la entrevista, ese comentario proviene de un “compañero” que no tiene esta misma opinión en relación a las otras candidaturas (que son de hombres).
En este sentido, escribo porque me parece relevante decir que el Frente, aun habiendo sido pionero en colocar en sus estatutos la relevancia de la participación política de las mujeres, tiene en su historia política, la práctica de casi siempre colocar liderazgos de hombres en las primeras posiciones; mientras que las mujeres han podido ser: secretarias adjuntas, candidatas a la vicepresidencia, diputadas en su mayoría suplentes.
Por su parte la militancia, generalmente ha sido "pro-equidad de género" más de palabra que de posición y acción. Por eso no me extraña que haya gente que le ha dicho que está haciendo el ridículo por postularse.
Desde mi perspectiva en cambio, me parece que Cledys Molina, al atreverse (porque seguro que muchos lo ven como un atrevimiento), a aspirar al cargo de Secretaria General, está haciendo un acto político importante: ejercer su legítimo derecho a la participación. Y por ello, independientemente de los resultados, simbólicamente hablando, representará a partir de ahora, una referente más en la lucha de las mujeres salvadoreñas por el derecho a ser electas. Y es que las mujeres tenemos derecho a participar en política no porque seamos mejores que los hombres, sino porque somos ciudadanas.
Finalizo diciendo que, por cómo se ve (al menos desde fuera) el panorama para el FMLN, talvez conviene que no sea una mujer quien asuma la secretaría general de un partido con tal nivel de desgaste, porque si no logran “recuperarlo”, al menos no tendrán excusas para argumentar que por su culpa el partido no fue capaz de salir de la crisis. Pero, en caso de salir electa y, pensando en el escenario más negativo, es decir, que no logre “salvar” al partido, que no se preocupe por haber hecho el ridículo, porque mayor ha sido el ridículo que ha hecho el Frente en los dos procesos electorales recientes; y aún mayor ridículo han hecho las personas (en su mayoría hombres), que hasta ahora han dirigido el partido, y que hoy están incluso siendo señalados por actos de corrupción y nepotismo.
(1) Cledys Molina: “Me han dicho que estoy haciendo el ridículo por buscar la Secretaría del FMLN”