martes, 16 abril 2024

¿Es racista el COVID19?

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El cronista Bernal Díaz del Castillo en su Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España (México) sostiene que la viruela fue lo que mató a las poblaciones indígenas en nuestras tierras (la otra sería el sarampión) ayudando de esta forma a la invasión española. Llegó en 1520 al continente, la trajo un esclavo negro del barco de Pánfilo Narváez, que traía el encargo de capturar vivo o muerto a Hernán Cortés. Así el africano mezclándose con soldados de Cortés acabó contagiándoles desatando un nexo epidemiológico infernal que llegaría hasta El Salvador en su camino hacia Suramérica. La mortandad entre indígenas por viruela se calcula en millones.  

En el 2020 Estados Unidos y Brasil son los países donde más casos de coronavirus19 hay en el continente. América se ha vuelto el epicentro de la pandemia. En estos países sus presidentes tienen en común el haber minusvalorado la enfermedad pesar de haber tenido tanto del gobierno chino como de sus propias agencias de seguridad información temprana de lo que pasaba en Wuhan, China. De allí que ambos sean un buen ejemplo para deducir que clase de racismo encontramos en el COVID19.

Una vez evidenciados como ignorantes por el impacto de la enfermedad Trump y Bolsonaro decidieron para no volverse más impopulares privilegiar la libertad económica sobre la salud. Sabedores que los sectores donde se ha cebado desproporcionadamente la enfermedad son afroamericanos e hispanos y, cómo no, indígenas. ¿Bien podrían arriesgarse abanderar la reapertura económica temprana para salvar su pellejo político?

La información es poder. Los muertos se reparten así: en NYC la mayor cuota de muertos los llevan hispanos en otros estados de EEUU son afroamericanos salvo Arizona, Utah o Nuevo México donde las principales víctimas son indios Navajos. En Brasil son también las comunidades negras las que han sufrido la mayor cuota de muertos.

¿Por qué? Porque si interpretamos el conocimiento, aunque se mantenga la cuarentena por sus condición preexistente estas minorías están condenadas a morir. Las enfermedades crónicas que padecen estas comunidades como diabetes o cardiacas las hacen más propensas a sufrir o morir por COVID19 que los blancos.

Y ¿por qué son más propensas unas personas de otras? Debido al sistema de vida que los empuja a comer grasas, azucares y sal (comida chatarra) en su dieta. También está el sistema económico: solo el 20% de trabajadores afroamericanos y un 16% de hispanos podrían trabajar desde su casa. Haciendo trabajos (negros e hispanos) menos calificados a la mayoría salir a trabajar para la comida y pagar el alquiler no es una opción es obligatorio exponiéndose así a ser contagiados más rápidamente. Este mismo sistema económico les deja desprotegida la salud. No teniendo acceso a estos beneficios sociales son los que más mueren en EE.UU. ¿Y en Brasil? La explicación es corta y no es comunista: la desigualdad social que crea ciudadanos de segunda o tercera categoría así como la brecha entre ricos y pobres condena a morir a negros y amenaza a las etnias indígenas brasileñas. Una medida reciente del gobierno Bolsonaro para ocultar la desigualdad médica elimina la raza de los informes de los contagiados o muertos por COVID19. ¿Debe entonces sorprendernos que Trump y Bolsonaro dos supremacistas blancos confesos (el virus chino llaman ambos al COVID19) relativicen la enfermedad y urjan volver a la actividad económica ya que después de todo los que mueren son negros o hispanos pobres? Juzgue usted.

Corolario:

En la ley Transitoria de Emergencia y Regreso a la Actividad Laboral que aprobó la Asamblea Legislativa salvadoreña al amparo de ANEP y que el presidente Bukele dijo que vetaría se incorpora el derecho en caso de contraer COVID19 a poder ser ingresado -si se tienen recursos económicos- en hospitales privados. Aquí un ejemplo de lo que escribíamos arriba: salvar ricos de ser mezclados con pobres en un sistema sanitario malo por haber sido expoliado por décadas por los partidos que las élites económicas financian. Hay un error en todo esto. Pensar que en la nueva normalidad pos pandemia el sistema económico cambiara. No va cambiar nada. La pandemia ha dejado en evidencia que la economía actual no sirve para las mayorías pobres ni en EE.UU. Brasil o El Salvador y, visto lo visto, las elites de renta alta al grito de libertad ya demostraron que no darán un paso atrás en su lógica de sociabilizar perdidas y privatizar ganancias.

El COVID19 no discrimina. Pero ha puesto en certidumbre que el sistema que se disfraza como libre empresa sí, ya que deja morir a los más pobres.    

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Marvin Aguilar
Marvin Aguilar
Analista político, historiador, colaborador y columnista de ContraPunto
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