Tres familias residentes en el municipio de Arcatao, Chalatenango, podrán dar cristiana sepultura a los restos de sus seres queridos que murieron durante el pasado conflicto armado, luego de que la Fiscalía General de la República resolviera un caso denunciado y que ocurrió en la década de los años 80.
El Fiscal del Grupo para la Investigación de los Delitos Cometidos Durante el Conflicto Armado, Julio Larrama, dijo que son tres las osamentas que fueron extraídas de una fosa común, dos del sexo masculino y uno femenino, que, según las investigaciones y el testimonio de los sobrevivientes, fueron asesinados por elementos del ejército en una de las tantas incursiones que realizaron a esa zona del país.
Los nombres de las personas son: María Santos Abrego Navarro, Angelino López y Maximiliano Hernández.
Larrama dijo que los restos fueron exhumados en el mes de junio de 2019, cuando se tuvo una certeza del lugar donde –según sus familiares- fueron enterrados luego de morir a manos de los soldados.
“Considero que el proceso ha sido bastante expedito, tomando en consideración la cantidad de años que estuvieron enterrados, pero lo más importante es la satisfacción de dar respuesta a estas familias que pedían se hiciera justicia al menos entregándoles los restos para darles cristiana sepultura”, aseveró el fiscal Larrama.
El caso cuenta con reserva total y continuará siendo llevado por el Juzgado de Paz del referido municipio. La claridad sobre las muertes aún no está definida, pero las autoridades consideran que no sucedieron particularmente en masacres, sino en incursiones que la FAES realizó a menor escala.
Actualmente la FGR trabaja en otros departamentos del país, en donde se han reportado casos de familiares asesinados o desaparecidos y que buscan los restos para darles cristiana sepultura y de esa manera cerrar la herida que dejó el pasado conflicto armado.
