En Uruguay, como en otros tantos países, “Todo el mundo vive al tanto/de un millón de cosas nuevas/pero ya nadie se entera/lo que pasa en su ciudad”, como resumió , en versos, el poeta y cantor uruguayo Mario Carrero, integrante del popular dúo folklórico Larbanois-Carrero.
De esa forma, inadvertida, sin reconocimientos ni homenajes, y apenas alguna mención reducida en un par de medios de prensa, pasó la muerte de Niski, este 14 de febrero, en Montevideo, donde residía con su esposa, Sara López, ex dirigente del progresista Frente Amplio (FA) y Directora de Turismo en gobiernos municipales de su partido.
Niski había nacido el 24 de mayo de 1938, en Villa del Carmen, una población uruguaya de unos 2.700 habitantes, ubicada en el departamento de Durazno, en el centro de Uruguay, y a unos 250 kilómetros de Montevideo, la capital del país.
Korda (en realidad se llamaba Alberto Díaz Gutiérrez / 1928-2001) nació en La Habana, el 14 de setiembre de 1928 y fue el 5 de marzo de 1960, cuando registró la expresión del Che, observando el cortejo fúnebre de los muertos en el atentado terrorista al barco La Coubre.
El Ché visto por Alberto Korda
Por esos años ’60, Jaime Niski iniciaba, en Uruguay, una amistad con Zitarrosa, un joven “con voz de otro”, que empezaba una carrera profesional, llena de ilusiones y expectativas, pero con muchas dificultades, como suele ocurrir en los países en desarrollo.
El cubano Korda se proyectó al mundo y publicó ocho libros, recibió cinco premios internacionales y realizó numerosas exposiciones individuales y colectivas, hasta que murió el 25 de mayo del 2001 en París, Francia.
Niski no fue premiado ni publicó libros, pues dedicó su vida a otro montón de actividades, entre ellas vendedor, tuvo una farmacia , y su relación con la fotografía fue más vocacional y amateur, aunque se perfeccionó trabajando en algún medio gráfico de su país.
Cuando Zitarrosa fue a grabar su primer disco, (un Long Play –LP- de vinilo) le pidió a Jaime que le tomara unas fotos.
Había urgencia por diseñar la carátula y entonces se improvisó lo que sería el estudio para la sesión fotográfica. Allí se produjo un accidente doméstico, que finalmente favoreció las tomas y engendró una serie de fotografías en blanco y negro, que se convirtieron en las más icónicas del cantor uruguayo.
Homenaje en Emisora del Sur, de Uruguay
/Y aunque es malo mantenerse aislado/cuando todo el mundo está tan conectado/
si el diablo gobierna hay que tener cuidado/la cultura nunca puede estar de lado/
no todo está en venta, no todo es mercado/árbol sin raíces no aguanta parado/ningún temporal/… M. Carrero (Uruguayo)
Jaime Niski fue un hombre de perfil bajo, casi tímido. No le gustaba mucho hablar de él, aunque se emocionaba cuando recibía alguna muestra de afecto, admiración y respeto .
Además de las fotos de Zitarrosa, Niski legó algo poco común en estos tiempos. Fue, como resumió Antonio Machado, un hombre “en el buen sentido de la palabra bueno”.
Han quedado algunos registros como testimonio de esta obra. Por ejemplo, una conversación del artista con Julio Corrales, ex guitarrón de Zitarrosa, y el periodista Carlos Castillos, en los estudios de una de las emisoras públicas de Uruguay. Allí, Niski explica detalles del accidente doméstico que al final favoreció al artista.
Vea video:
https://youtube.com/watch?v=ai8safI23vg