Visten y calzan como una mujer. Nacieron siendo hombres pero sobresalen entre la gente por su apariencia, por sus gestos y su comportamiento femenino, han decidido hacer notar a todos que son mujeres. Es por esa razón que este grupo de la población de Lesbianas, Gay, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (LGBTI) es el más vulnerable a ser víctima de la discriminación y el odio de aquellos que no toleran a la diversidad sexual en El Salvador.
“Nosotras somos la cara más vulnerables a la discriminación, somos las más expuestas a que nos hagan bullying, nos insulten, nos golpeen y nos maten. No catalogan como locas, que no tenemos decencia. Somos la cara principal de la población LGBTI”, dijo Nathaly Hernández de Comcavis Trans.
La muerte ronda a las mujeres trans. Según datos de la organización ASTRANS, en lo que va del año han asesinado alrededor de 10 mujeres trans. Mientras que en 2015 fueron asesinadas 42 personas de la comunidad LGBTI, del total, 32 eran mujeres trans.
“A nosotras nos asesinan como mucho odio, sin embargo las autoridades catalogan esos crímenes como un crimen común, pero lo cierto es que a nosotros cuando nos matan nos mutilan nuestros senos, nuestros genitales, nos torturas, no matan con odio”, expresó Hernández.
Abraham Ábrego, director de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), señaló que en El Salvador el alto grado de la impunidad que existe a nivel judicial se refleja en la población LGBTI, sobre todo en las mujeres trans. “La discriminación inicia desde que una persona (LGBTI) llega a una delegación a interponer una denuncia, pues se convierten en un sujeto de burlas”.
Ábrego agregó que “es lamentable” que en el país no exista una legislación inclusiva y que ampare a esta población pues “nunca se ha judicializado un caso de asesinato contra mujeres trans (“¦) La discriminación ha sido parte de la vida cotidiana y se ha reflejado por años, particularmente la discriminación judicial hacia los LGBTI”, expuso.
El abogado externó que debería existir una investigación seria en este tipo de hechos para enviar un mensaje a los victimarios de que si existe una ley que ampara a la población LGBTI.
Según cifras de organizaciones en pro de los derechos de la comunidad LGBTI, desde 1996 más de 500 casos de homicidios entre transexuales, lesbianas y hombres gay que la Fiscalía General de la República (FGR) no ha investigado. El único hecho que se ha judicializado desde entonces es el de un colaborador de un tribunal cuya nacionalidad era estadounidense, pero se investigó por presión de la Embajada Americana, aseguran.
Identidad de género, otro problema al que se enfrentan
Nathaly Hernández, una mujer trans y dedicada a defender los derechos de la población, asegura que a ellas se les mira con odio y no hay oportunidades integrales en una sociedad “tan conservadora” como la salvadoreña. “No hay un trabajo digno, no hay inclusión total en los centros escolares y tampoco acceso a la salud de forma plena”, expresó.
Gabriela Miranda, una activista Trans, señaló que la falta de una Ley de Identidad de Género es otro de los problemas a los que se enfrentan, debido a que asegura que muchas mujeres no tienen acceso a un trabajo digno cuando el rostro y el nombre del DUI no concuerdan con la apariencia.
“El llamado al Estado es que se preocupe por los derechos de la comunidad LGBTI, porque somos vulneradas, estigmatizadas (“¦) se nos agrede y se nos encasilla que solo servimos para el trabajo sexual, pero esto no es así y lo estamos demostrando (“¦) También pedimos que las leyes nos protejan, nos están matando, golpeando y nadie dice nada al respecto”, expresó Miranda.
