Desde Ginebra, Juan Gasparini.
Durante 2023, «65 periodistas fueron asesinados mientras ejercían su profesión», informó la UNESCO, la agencia de la ONU, «encargada de garantizar la libertad de expresión y la seguridad de los periodistas en todo el mundo». Precisó que «la mayoría de los homicidios tuvieron lugar en zonas de conflicto del Medio Oriente: 19 en Palestina, 3 en el Líbano, 2 en Israel desde el ataque de Hamas contra Israel del pasado 7 de octubre. En este último trimestre hubo 27 víctimas».
Pese a que la cantidad de periodistas abatidos fue mayor en 2022, con 88 en total, la guerra entre Hamas e Israel en 2023 incrementó comparativamente el número de reporteros que perdieron sus vidas en zonas de conflicto. Este año que culmina registró asesinatos de informadores de prensa en otros países con crisis violentas: Afganistan, Camerún, Siria y Ucrania, 2 en cada uno. Y «las infraestructuras y oficinas de medios de comunicación han sido dañadas o incluso destruidas».
En 2 meses, 58 reporteros palestinos han perecido en Gaza, un récord de más de uno por día, según Blaise Lempen, director de la oenegé «Campaña Emblema de Prensa» (PEC), fundada en Suiza por periodistas de diferentes lugares del mundo en 2004, cuyo objetivo es «reforzar» su «protección y la seguridad en zonas de conflicto». Esta oenegé recomienda a la comunidad planetaria una «nueva convención internacional para mejorar la protección de los trabajadores de prensa». La PEC también dio cuenta de 4 periodistas israelíes, y 3 del Líbano, caídos en el marco del enfrentamientos entre Hamas e Israel, todas cifras cercanas a las de la UNESCO.
La PEC ha venido a su vez deplorando «que Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, haya estado detenido en una prisión británica durante 4 años sin juicio», al revelar exacciones de Estados Unidos fuera de sus fronteras. Ha exigido su liberación «por motivos humanitarios y el retiro de los cargos en su contra» que formulara Washington. Elevó una petición a Moscú reclamando la liberación de «Evan Gershkovich, corresponsal del Wall Street Journal, detenido en Rusia», marcando «una escalada en le represión de los medios» en ese país.
Al tiempo, la UNESCO denunció el acoso a los informadores con el propósito de generar «zonas de silencio», para desanimarlos, u obligarlos «a huir», o que opten «por dejar de ejercer su labor». Constató «amenazas, como agresiones físicas, detenciones, confiscación de equipos y denegación de acceso a lugares de cobertura», lo cual «conlleva consecuencias graves para el acceso a la información tanto para poblaciones locales como para el publico en general».
Cabe precisar que la UNESCO, es el organismo del sistema de Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura. Celebra anualmente el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Asume que «la libertad de expresión» es el «motor de todos los temas derechos humanos». Considera «un nivel inaceptablemente alto», que «el 86% de los asesinatos de periodistas permanecen impunes». Es imprescindible recordar que los homicidios de 10 periodistas tras la invasión rusa a Ucrania del 2022 no han sido esclarecidos.
La UNESCO agrega que «no se puede proteger la libertad de expresión cuando hay un número asombrosos de casos sin resolver», insistiendo en que debe «acabar la impunidad de los crímenes contra los periodistas», cuya disminución de «un 9% en los últimos 10 años es insuficiente para conseguir frenar el espiral de la violencia». Todo esto mantiene «un efecto escalofriante en el periodismo de investigación, vital para la salud de cualquier democracia».
Añade «el aumento preocupante a nivel mundial de muertes en perjuicio de corresponsales de prensa durante los periodos electorales, con 75 ataques» observados en «70 países entre enero de 2019 y junio de 2022, incluyendo 5 asesinatos». América Latina y el Caribe dan cuenta 15 asesinatos en 2023, «en contraste con los 43 ocurridos en 2022». En este contexto a la UNESCO le preocupa que en 2024, «2600 millones de personas acudirán a las urnas en 60 países».
Al respecto, inquietan las futuras elecciones en México del 2 de junio del 2024, un país con 134.074.378 habitantes, que solo tiene empadronados 96.985.106 personas. Los comunicadores sufren una agresión cada 16 horas. Desde principios de siglo,162 han perdido la vida, 42 bajo la actual presidencia de Andrés Manuel López Obrador, quien no se sabe si intentará volver a presentarse, o jubilarse para escribir un libro sobre «el pensamiento conservador», en México.