Al menos cinco proyectos de desarrollo local, entre ello, el periférico Claudia Lars (entre Santa Ana y Sonsonate), han quedado a la deriva debido a la falta de compromiso del gobierno salvadoreño para de depositar la contrapartida de US$50.7 millones para la finalización de las obras correspondientes a estas obras enmarcadas en el segundo compacto de Fomilenio.
Por lo tanto, la Corporación Reto del Milenio ha dado al gobierno hasta el 7 de diciembre, para entregar los fondos y esto permitirá reiniciar el desarrollo de las estructuras.
El resto de proyectos inconclusos son: recinto fronterizo El Amatillo, la Unión-, recinto fronterizo Anguiatú, Santa Ana; sistema de riego de El Paísnal San Salvador, centro escolar San Antonio en Concepción Batres, Usulután.
“Estos proyectos podrán ser reactivados para su finalización, únicamente, si antes del 7 de diciembre próximo loa fondos requeridos son asignados a Fomilenio II. De lo contrario, las consecuencias serían desastrosas, ya que el país fallaría en aportar el financiamiento oportuno tanto para honrar sus compromisos adquiridos contractualmente, como para cumplir las obligaciones comprendidas en el convenio”, explicó hoy mediante un comunicado la Corporación.
En el mismo documento, se dice que el incumplimiento, además, de impedir la finalización exitosa de este segundo convenio, colocaría a El Salvador en el listado de países que no puede honrar sus compromisos, aun en programas bilaterales de cooperación.
Previendo esta problemática, la Asamblea Legislativa aprobó el 26 de noviembre un dictamen favorable para reformar al artículo 2 del Decreto 640 para transferir $354 millones para pago de siete meses de Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios (Fodes), FOMILENIO II, veteranos, así como pago a proveedores del sector privado.
El pleno ese día, con 68 votos, acordó asignar $287 millones para el pago de FODES pendiente para alcaldías, $50 millones para el pago de proyectos pendientes de Fomilenio II, y el pago de complemento de $16 millones para que veteranos pueda asignar recursos para el pago de pensiones que corresponden al último tramo del año.
Ante esta situación, el presidente de la República, Nayib Bukele, dijo a través de su cuenta de Twitter que el Gobierno “no tenía por qué ir a la Asamblea” a solicitar asignación de fondos algo que “ya había sido asignado en un Decreto Legislativo”.
Además, aseguró que el decreto no tendrá su firma, asegurando que es “imposible de ejecutar” y tildándolo de “inconstitucional”.
“Este Decreto Legislativo no será Ley, hasta que tenga la firma del presidente, cosa que no tendrá, ya que no solo es IMPOSIBLE DE EJECUTAR, sino que es evidentemente inconstitucional, ya que la Asamblea no tiene facultad para asignar fondos sin el aval de Hacienda”, dijo el mandatario.
Una vez aprobados los fondos, el 30 de noviembre, FOMILENIO II recibió comunicación del Ministerio de Hacienda en la que informaba que “los recursos no están disponibles, debido a que previamente fueron aprobados para otros destinos en el decreto original que fue reformado”.
Lo anterior fue confirmado también por el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, en entrevista televisiva quien dijo que él mismo había enviado la comunicación.
Director del Fomilenio preocupado por impase
Por su parte, el director de Fomilenio II, William Pleités, manifestó su preocupación y por eso días atrás pidió a los diputados de la Asamblea Legislativa que ratificaran el desembolso de $50 millones de financiamiento necesarios para terminar los proyectos que se ejecutan a través de este compacto.
“Si estos recursos no son aprobados en la plenaria del día jueves y no son incorporados al presupuesto, podríamos caer en una situación de imposibilidad de financiar todas las obras y nos veríamos obligados a suspender algunas de ellas”, afirmó.
Explicó que anteriormente, el financiamiento que ya fue aprobado por la Asamblea y que saldría de un préstamo de $250 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de los cuales $15 millones son de contrapartida del Gobierno y $35 millones que se estima son los que se dejaron de ejecutar cuando se cerró el plazo con la Cuenta Reto del Milenio (MCC por sus siglas en inglés) en septiembre.
Pero finalmente, esos fondos fueron ocupados para otros compromisos que tuvo el gobierno, producto a la pandemia.
Fomilenio también solicitó a la Asamblea una reforma para que después de esa fecha se juramente una entidad conformada por al menos 15 personas para que continúe con los proyectos.
El Salvador ha sido elegido incluido nuevamente en la lista de países elegibles para un tercer compacto, pero Pleités dice que el país podría lograrlo solo si se termina con éxito este segundo Fomilenio.
Además, pesa sobre el país una nueva reprobación de los indicadores de corrupción, que son claves para que MCC otorgue proyectos como estos al país. Al respecto, Preston Winter director residente de País en funciones de MCC, dijo que el país siempre tiene oportunidad de mejorar estos indicadores y agregó que tiene la buena expectativa de que el país pueda cumplir con proyecto en tiempo.