El Salvador ha sido incluido en la segunda fase del Programa Global para la Facilitación del Comercio, una iniciativa promovida conjuntamente por la Secretaría de Estado de Asuntos Económicos de Suiza (SECO) y la Organización Mundial de Aduanas (OMA).
Este programa busca fomentar el comercio internacional mediante la implementación de normas internacionales y mejores prácticas que optimicen los procesos de importación, exportación y tránsito de mercancías.
Como parte de este esfuerzo, se enfoca en tres áreas clave: el fortalecimiento organizacional a través de la gestión estratégica y el desarrollo de liderazgo en las administraciones aduaneras; la facilitación del comercio, que implica la mejora de la capacidad de cumplimiento de normas internacionales por parte de las aduanas y actores involucrados; y la medición del desempeño mediante herramientas diseñadas para evaluar de forma integral el rendimiento de estas instituciones.
En la primera fase de este programa, El Salvador alcanzó logros importantes que sentaron las bases para su inclusión en la segunda etapa. Entre los avances más destacados se encuentra la adhesión al Convenio de Kioto Revisado, ratificado en septiembre de 2023, que refuerza la implementación de procedimientos aduaneros simplificados y alineados con estándares internacionales.
Asimismo, el país logró la acreditación de expertos en el Programa Mercator, iniciativa orientada a implementar el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Otra de las iniciativas clave fue la puesta en marcha de una plataforma de medición de desempeño aduanero, aprobada por el Consejo de la OMA en junio de 2023, que permitirá monitorear y optimizar las operaciones aduaneras.
El director general de Aduanas, Benjamín Mayorga, calificó la inclusión de El Salvador en la segunda fase como un reconocimiento al compromiso del país por modernizar los procesos aduaneros y fortalecer su comercio internacional.
Según Mayorga, este proyecto representa una oportunidad estratégica para aumentar la eficiencia y competitividad de las aduanas salvadoreñas, beneficiando directamente al comercio internacional y a la economía del país.