domingo, 3 noviembre 2024
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El reto está en no alinearse

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Y en crear una alternativa polí­tica que abrace la multipolaridad

Por ahora, el nacionalismo trumpista exhibe una victoria parcial frente al unipolarismo global representado por la trí­ada Hillary-Obama-Soros. Es decir, el productivismo pregonado por Trump y sus republicanos parece estar venciendo al financierismo global de los demócratas. De ser así­, el rentismo armamentista-extractivista-especulativo sorosiano podrí­a perder y el capital para la productividad fí­sica de mercancí­as ganarí­a la partida. Esto explica el anunciado retiro total de las tropas estadounidenses de Siria (y parcial de Afganistán), pues eso le permitirí­a a EEUU centrarse en su desarrollo interno. Esto, a pesar del aborrecible cinismo, sexismo y racismo de Trump.

Para nosotros, eso significa que el ala arzuista de la oligarquí­a estarí­a venciendo en parte al ala dionisista, lo cual le plantea al movimiento popular un reto táctico, porque los planes de EEUU para el Triángulo Norte podrí­an cambiar gracias a la iniciativa de AMLO-Trump de desarrollar el área. Así­ se explica la bravucona ofensiva del fascismo vernáculo contra la CICIG y el acorralamiento defensivo de los moralistas luchadores contra la impunidad, la corrupción, el sexismo, el racismo, la opresión (nunca la explotación) y demás issues oenegistas financiados por el capital especulativo.

Trump y sus republicanos, y Soros y sus demócratas, representan dos maneras de planear el futuro del capitalismo global. Trump descarta las guerras como forma de acumulación y quiere centrarse en los nacionalismos productivos, lo cual no contradice el proyecto chino de la Franja y la Ruta de la Seda, custodiado militarmente por Rusia. Soros y sus demócratas quieren que las guerras y el capital especulativo (improductivo) siga reinando a pesar de la crisis del 2008 y de sus secuelas, visibles sobre todo en las migraciones, las cuales, hoy, el mismo Soros financia para cercar a Trump y a AMLO. Así­ está el mundo.

No se trata de alinearse con Trump o Soros. Esa no es la salida. El reto, para el movimiento popular, es no alinearse y construir una alternativa polí­tica creando un interlocutor alternativo a la oligarquí­a, el cual nos relacione soberanamente con China, Rusia y EEUU, las tres potencias que forman la multipolaridad mundial y sin los cuales nada puede hacer el resto de paí­ses. Así­ está el mundo.

Ese interlocutor alternativo no saldrá de los partidos de izquierda o derecha en el 2019, porque ambos bandos están alineados con las partes en pugna en el plano global. Así­, los partidos de izquierda pertenecen al democratismo sorosista dionisista y los de derecha al republicanismo trumpista arzuista. El cáncer contra el sida.

El interlocutor alternativo surgirá sólo de la no-alineada y autónoma propuesta plurinacional-popular del Buen Vivir para todos que ofrece CODECA-MLP. No hay otra.

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www.mariorobertomorales.info

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Mario Roberto Morales
Mario Roberto Morales
Escritor, periodista y catedrático guatemalteco; ha sido Premio Nacional de Literatura de Guatemala. Ha escrito novelas, cuentos y ensayos

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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