CAMBRIDGE ““ Pasados apenas 13 años desde la exitosa finalización del Proyecto Genoma Humano, empieza a ser evidente el poder innovador de las aplicaciones de la genómica. A poco de comenzar, la revolución de la genómica ya se está convirtiendo en un agente transformador de la economía global, que promete beneficios sociales y ambientales de largo alcance.
Solo en Estados Unidos, los 3800 millones de dólares de inversión pública en el Proyecto Genoma Humano ya generaron réditos económicos por cerca de un billón de dólares y más de 300 000 empleos. Según la OCDE, la genómica se convertirá en un elemento central de muchos sectores económicos, entre ellos los relacionados con la salud, el medioambiente, la agricultura, la veterinaria, la biotecnología, las energías alternativas, la ciencia forense, la justicia y la seguridad. Dada la constante aceleración del ritmo de las innovaciones, es probable que esta predicción se cumpla incluso antes de lo esperado.
El área donde las innovaciones basadas en la genómica atraen más atención es la salud. Se está dando un veloz avance hacia una “medicina personalizada”, en la que los perfiles genéticos de los pacientes se trasladan a una atención médica predictiva y preventiva más individualizada.
Los estudios de detección de genes asociados con enfermedades comunes (entre ellas algunas que suponen grandes cargas sanitarias, económicas y sociales, como el cáncer, la diabetes, la enfermedad cardiovascular y la obesidad) ya permiten a los médicos usar información genética de los pacientes como guía de la atención clínica. Y los investigadores están identificando variaciones genéticas que influyen en los efectos de los fármacos, lo que hace posible una administración más segura y eficaz de medicamentos analgésicos y contra ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares y psiquiátricas.
En esta línea, el año pasado se lanzó en Estados Unidos una iniciativa para una medicina de precisión que busca realizar ensayos clínicos innovadores de fármacos especialmente diseñados para combatir cánceres en adultos y niños, introducir terapias combinadas personalizadas y mejorar nuestra comprensión de la resistencia a fármacos. A futuro, el proyecto apunta a crear una cohorte de investigación formada por más de un millón de voluntarios, que compartirán datos genéticos, muestras biológicas e información sobre estilos de vida, para ser usados como base de una medicina de precisión en una amplia variedad de patologías humanas.
Pero la atención médica no es la única área influida por la revolución de la genómica. También en otros campos hubo avances revolucionarios, muchos de ellos con potencial comprobado para ayudar a encarar desafíos globales, como el de garantizar la seguridad alimentaria y proteger el medioambiente en el contexto de un veloz crecimiento de la población mundial, que se calcula alcanzará 9600 millones de personas en 35 años.
La selección de características de alto valor mediante la genómica da a los agricultores y a la industria alimentaria en general herramientas para producir más y mejores alimentos. Por ejemplo, ahora tenemos cultivos de arroz resistentes a inundaciones en el sudeste asiático; hay una mejora de la producción de lácteos y de carne ovina y porcina; y el pujante sector de pesca y acuicultura cuenta con especies de mejor rendimiento y mayor resistencia a enfermedades y condiciones desfavorables.
Además, al brindar información detallada sobre la biodiversidad y las interacciones dentro de los ecosistemas, la genómica colabora con el desarrollo de estrategias de protección ambiental innovadoras.
Los bosques son un muy buen ejemplo. Al ampliar nuestra comprensión de las características con valor comercial (como resistencia a insectos, calidad de la madera, velocidad de crecimiento y adaptación al cambio climático), la genómica ayudó a mejorar la sostenibilidad de las actividades de cría de árboles y gestión forestal.
Investigadores canadienses y chinos están usando el análisis genómico de comunidades microbianas que viven en depósitos de hidrocarburos para desarrollar nuevos bioprocesos que permitan una extracción de gas y petróleo más respetuosa del medioambiente, al mejorar la recuperación de recursos, reducir el uso de agua y energía, y minimizar la emisión de gases de efecto invernadero.
El potencial de la genómica parece infinito. Pero para hacerlo realidad, habrá que superar grandes obstáculos. En el sector médico, en particular, debemos seguir recabando evidencia firme sobre el valor de convertir la medicina personalizada en práctica de rutina. Además, necesitamos análisis económicos rigurosos que guíen las políticas de cobertura de prácticas médicas y reintegro de gastos. Sobre todo, hay importantes preguntas que responder en relación con la privacidad, el riesgo de discriminación y el asesoramiento de los pacientes, el acceso a las tecnologías y la conveniencia de revelar diagnósticos inesperados, para poder diseñar políticas públicas fundamentadas y previsoras. Esto demanda reforzar mecanismos que garanticen un amplio debate público participativo.
Incluso en esta etapa tan temprana, está claro que la genómica transformará la ciencia y la tecnología, haciendo posible una ola de innovaciones de amplio alcance. Es hora de adoptar en todo el mundo la investigación en genómica y las tecnologías relacionadas, para comenzar a convertirlas en soluciones efectivas a los grandes desafíos globales, regionales y locales.
Traducción: Esteban Flamini