En un hermoso salón de grandes pilares de madera y con un piso de mármol blanco y negro, Miguel Ángel Alvarado, conocido durante la guerra como comandante José Juan Obregón, presentó ayer, ante un público entusiasta de unas 50 personas, su libro titulado “La esperanza de ser feliz, una utopía vigente”. El evento se realizó en la Biblioteca de la Asamblea Legislativa en San Salvador.
A pesar de que no terminó ni la primaria, pues tuvo que comenzar a trabajar en el campo para ayudar a su familia, Alvarado ha escrito un libro muy valioso, un testimonio bien narrado, que atrapa al lector, sobre la guerra civil que vivió El Salvador entre los años 1980 y 1992. Pero el libro también abarca los antecedentes del conflicto, es decir, todo el enorme movimiento social de lucha contra la dictadura militar en la década de los años 70 del siglo XX en este pequeño país centroamericano.
Vestido con una guayabera celeste y pantalones negros, además de andar con una gorra, Alvarado, que tiene un estilo de hablar pausado y tranquilo, pero que usa verbos fuertes y precisos, dijo que el libro comienza con una narración sobre su infancia en la zona norte del departamento de San Vicente. Sus anécdotas sobre la niñez en el campo, algunas llenas de mucha alegría y otras de tristeza, tienen la hermosura de la buena prosa latinoamericana del siglo pasado.
“Soy de origen campesino, aunque ya no parezca”, dijo el escritor, para luego mencionar que el libro continua “con las causas que originaron la guerra”, entre las que está la terrible represión que sufrieron los campesinos por parte de los “mal llamados cuerpos de seguridad” del gobierno, quienes capturaron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a cientos de personas en los años 70, en un intento fallido por detener el progresivo y rápido incremento de las protestas y manifestaciones por mejorar las condiciones de vida en todo el país.
El relato sigue con su incorporación a la Liga para la Liberación (LL), organización de masas del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC), al que perteneció desde 1974. Para 1981, cuando ya era parte de la dirección de su partido, “pasamos a la ofensiva y pusimos en Jaque Mate al Ejército de las Fuerzas Armadas de este país, arrinconándolo en sus cuarteles, después de aniquilar posición tras posición del enemigo en nuestros territorios”, dijo. Entonces intervino el gobierno norteamericano y luego las cosas se comenzaron a complicar, situación que logramos revertir entre 1985 y 1989, añadió.
Francisco Jovel, de seudónimo Roberto Roca, quien fue el secretario general del PRTC y miembro de la Comandancia General del Frente Farabundo Martí para la Liberación (FMLN) durante toda la guerra, acompañó a Alvarado en la presentación de su libro. “No obstante que ustedes le van a encontrar una serie de errores de ortografía al libro, en realidad eso no le quita ningún mérito, al contrario, le da un toque de autenticidad”, dijo Jovel.
“El libro es el esfuerzo de una persona que, a pesar de las limitaciones que tuvo en su vida, de forma autodidacta ha estudiado, dejando un testimonio, un legado documental al país, a sus compañeros de lucha y al pueblo en general sobre la guerra. Es el esfuerzo de una persona que ha hecho el pago a la historia, dejando constancia, no sólo de su experiencia, sino de la experiencia de toda una parte del pueblo salvadoreño”, dijo Jovel.
El libro tiene una gran cantidad de fechas, de detalles, de circunstancias, de nombres de personas vivas o caídas en la lucha, lisiadas en el combate, que sorprende, añadió Jovel. “No sabía que José Juan tenía tanta capacidad de recordar cosas y pormenores de una situación por un lado trágica y por otro lado heroica, pues la guerra fue un evento histórico duro, que todo el mundo quisiera que no se vuelva a repetir, pero para no repetirlo justamente hay que testificar cuáles fueron sus causas, cuál fue el nivel de sacrificio que hizo el pueblo y buscar que la gente lo lea, en especial los jóvenes”.
Las memorias de Alvarado también narran grandes cambios que ocurrieron en las últimas tres décadas del siglo pasado en El Salvador, como las enormes huelgas de los maestros de ANDES 21 de Junio, que paralizaron al país, o la puesta en práctica de la Teología de la Liberación por parte de muchos sacerdotes en el campo, que organizaron a la gente para ayudarla a salir de la pobreza y librarlos de la represión del régimen militar.
El libro también relata “la ofensiva general de 1989, con dirección principal sobre San Salvador y luego pasa a la firma de los Acuerdos de Paz y a la desmovilización: el dolor de deponer las armas. Yo lo califico así porque no fue fácil para nosotros, después de muchos años de vivir con armas, enfrentándonos con el enemigo, tener que entregarlas. El libro culmina con algunas recomendaciones para una buena gestión gubernamental”, dijo Alvarado.
“Lo maravilloso que tiene este libro es que surge, se hace y documenta la vivencia de la gente humilde, del combatiente de filas, de las personas que sufrieron cotidianamente los heroísmos en la guerra”, añadió Jovel.
Este es el segundo libro que publica José Juan. El primero lo escribió, junto con otros compañeros, después de recibir un curso de conducción de oficiales de guerra irregular en Cuba. “Principios y fundamentos militares para la construcción y dirección de las tropas” fue el título de ese libro, publicado en 1983 en Nicaragua y que sirvió para la capacitación de las unidades guerrilleras Fuerzas Armada Revolucionarias de Liberación Popular (FAR-LP), brazo armado del PRTC.
Jovel añadió que muchas personas le han preguntado cuándo va a pagar su deuda con la historia y dijo que está a punto de publicar la primera parte de una trilogía de libros sobre sus memorias del conflicto armado. Hizo un llamado para que los que sobrevivieron la guerra se animen a escribir sus memorias para contribuir a la construcción de la memoria histórica del país.
“La dictadura militar nos impedía leer. Había una enorme cantidad de libros prohibidos en aquel entonces. Por un libro podían agarrar preso a cualquiera, golpearlo, torturarlo, incluso en muchos casos desaparecerlo y asesinarlo. Hoy la cosa es diferente, cualquiera puede opinar de política”, dijo Jovel.
“Tenemos que buscar que los jóvenes no desaprovechen la posibilidad de conocer la historia de nuestro país”, añadió Jovel después de decir que muchos jóvenes ahora no quieren leer, sino sólo distraerse con las nuevas tecnologías.
“Muchas personas que viven en el extranjero me dicen que este país está saturado de política, que la gente se levantan hablando de política, se acuestan hablado de política y sueñan con la política”¦ Sí, les digo yo, es cierto, por una simple y llana razón: hay muchísimo que transformar todavía, lo que hay que superar es muy grande, como el problema de la delincuencia o la drogadicción de los jóvenes”, dijo Jovel.
Roberto Cañas, quien fue miembro de la Resistencia Nacional (RN) y firmante de los Acuerdos de Paz, también llegó al evento y dijo que era un esfuerzo encomiable el que había hecho Alvarado y añadió que el libro está lleno de detalles que enriquecen la memoria histórica del país.
Entre aplausos de los asistentes al evento, Alvarado entregó unas copias de su libro a representantes de la Biblioteca de la Asamblea Legislativa. El libro tiene un precio de 10 dólares.