El Guasón se desarrolla en un contexto de una sociedad que no se interesaba por las personas que se encontraban en estado de vulnerabilidad. Es decir, en la pobreza, porque de acuerdo con los políticos tradicionales los pobres son seres humanos desechables y despreciados por su condición de carencias económicas, no valen nada, solo tienen necesidades. No obstante, son requeridos para pagarles un salario que no llega ni al mínimo en términos reales, es decir, más que explotados son exprimidos hasta la muerte; también para que el día de las elecciones voten por ellos, es una relación política sado-masoquista, por ejemplo, las personas que emitieron el voto por 20 años por ARENA y una década por el FMLN.
Para los políticos de ARENA-FMLN, es ganancia que exista pobreza y delincuencia, así cada tres y cinco años, les ofrecerán el paraíso en la tierra. Por esa razón, no aprueban la Segunda y la Tercera Fase del Plan Territorial del gobierno de El Salvador, para esos políticos es beneficioso que existan todos los días asesinatos, robos, extorsiones, secuestros, etc.
Mientras haya violencia, los políticos se eternizan como diputados, alcaldes y según ellos hasta podrían recuperar la presidencia, lo que no se dan cuenta, es que podrían estar creando un Jocker y tome la justicia en sus manos, así como sucedió en la película, cuando este asesinó a tres jóvenes ricos que representaban la injusticia, este hecho fue considerado por la población como un acto heroico. Los diputados no han dimensionado, que por sus actos impopulares se han convertido en enemigos de la ciudadanía, es decir, representan la injusticia.
El Jocker, no tenía nada que perder, y ante la discriminación, marginación y rechazo del sistema, tomó la justicia por sus propias manos, y ese acto lo volvió libre y liberó a las masas, fue la chispa que inició la rebelión de la sociedad convertida en un caos. En las elecciones pasadas, una señora pobre, les gritó a unos políticos de ARENA que hacían proselitismo en su comunidad, “devuelvan lo robado”, y ese grito de catarsis y de liberación se convirtió inmediatamente en la consigna popular, expresión del repudio de los ciudadanos contra los políticos ladrones.
Señores diputados, una persona enferma mental podría llegar al palacio, en donde se encuentran ustedes que se consideran mentalmente la honorable aristocracia política guanaca, que según ustedes legislan en beneficio del pueblo. Entonces, quién tiene el problema mental, el Joker o los diputados, o ambos, porque los dos viven fuera de la realidad, solo existen. Por tal razón, el Joker asesinó al entrevistador, porque él residía solo en su realidad mental, pero no en la realidad de la población. En esta contradicción, ambos son villanos; la justicia no se debe tomar fuera del sistema, pero si este no funciona, tampoco se justifica, pero una persona trastornada no tiene la crítica de la razón pura.
El Salvador no es Ciudad Gótica (Gotham City), no existe Batman que luche y venza a los delincuentes, ni el símbolo es un Murciélago, tampoco hay un reflector que ilumine el espacio con la letra “B” de Batman. Pero en el 2021, la población salvadoreña tomará la justicia con sus propias manos el día de las elecciones, será una rebelión electoral pacífica y la ciudadanía saldrá a las calles a festejar el triunfo y será un caos de felicidad.