Por si lo has olvidado hasta las 16:00 horas del día 5 de marzo del 2018, el recuento de votos de las elecciones de alcaldes y diputados del 4 de marzo, procedía sin cuestionamientos.
El recuento se desarrollaba en forma expedita y sin demoras. Los candidatos de ARENA que emergen como ganadores son nuevas caras, no figuran como ganadores quienes se reeligen, los diputados corruptos.
Portillo Cuadra, Alberto Romero ambos a punto de perder sus curules interponen protestas ante el Tribunal Supremo Electoral y el “milagro sucede”, se detiene el conteo de votos.
El TSE culpa de la detención del conteo, a la empresa SMARTMATIC. Sobre el tema escribí el 13 de marzo del 2018, el artículo se tituló Smarmatic o los dueños de los partidos políticos. (Léelo en este en lace)
A continuación, un párrafo de lo escrito entonces:
Smarmatic, "LA CULPABLE", es una empresa extranjera que viene siendo desprestigiada desde antes de que fuese contratada. Que no tiene forma de defenderse por lo que se convierte en la BANDERA FALSA ideal, no tiene forma de defenderse y tras ella se cubren a los verdaderos asesinos de la democracia.
Si el lector no lo sabe, esto sucede y de igual forma en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos el 3 de noviembre 2020. Precisamente cuando la votación favorece al presidente Trump en todo el país, se detiene el conteo de votos en condados específicos controlados por demócratas, horas más tarde el conteo se restablece y la ventaja ahora favorece al candidato demócrata en cientos de miles de votos.
El mismo milagro que en El Salvador y la misma compañía. ¿Qué casualidad verdad?
Sí, es pura coincidencias que la misma compañía ejecute el mismísimo fraude en el 2018 en El Salvador y en Estados Unidos en el 2020.
En El Salvador el fraude permite a las oligarquías de ARENA y el FMLN mantener a sus serviles diputados en el poder.
En Estados Unidos, el fraude amenaza acabar con la libertad en el planeta.
El conteo de votos continúa en Estados Unidos y los equipos legales del presidente Trump y la abogado Sidney Powell quien trabaja para “Nosotros la gente” (We the People) presentan pruebas del fraude y lo hacen con éxito en las legislaturas de Michigan, Pensilvania, Wisconsin, Nevada, Georgia, Nuevo México.
Las evidencias de fraude presentadas y por presentar a las legislaturas de los estados y jueces son abrumadoras. Se exige a los estados que han ratificado al demócrata como ganador, que se retiré su ratificación pues la elección fue fraudulenta. Estas audiencias continuarán la semana próxima y se harán las mismas demandas. De tener éxito esta labor judicial antifraude el 14 de diciembre el Colegio Electoral podría no sumar los 270 votos electorales necesarios para elegir al presidente o estos favorecerán a Donald Trump.
Alternativas: Donald Trump es reelecto, que se recuenten los votos legales, que las legislaturas estatales con mayoría los republicanos elijan al presidente o que se anulen las elecciones en algunos estados y se repitan las votaciones.
Del fraude ejecutado por SMARMATIC y su sistema de cómputos se tienen pruebas de que se hace en el exterior. Ilegalmente este sistema se conecta al internet y fuera del país tienen claves para acceder al programa, cambiar los votos de un candidato a otro o sumar votos al candidato que se desee.
KRAKEN se llama el programa de inteligencia militar que ha rastreado el fraude, en Alemania un servidor de Dominion-Smarmatic, fue requisado por fuerzas especiales de los EE. UU. y se investiga. Venezuela, España, Canadá han sido víctimas de fraudes electorales.
¿Qué medidas tomará el presidente Bukele para evitar que el voto de los ciudadanos salvadoreños sea burlado en la elección del 2021?
El fraude lo utiliza el pequeño grupo de personas que por 60 años han explotado a pueblo, mientras ellos amasan fortuna y poder.
Señor presidente la democracia no es perfecta, pero un evento electoral es el medio de expresión del pueblo. No podemos darnos el lujo de que este sea manipulado por extranjeros, burócratas corruptos y mucho menos por servil furioso por que su hija fue despedida.
(*) Ernesto Panamá es Escritor