Retomando las palabras de uno de los empresarios más exitosos en la industria de supermercados y fundador de WALMART Sam Walton dice lo siguiente “El líder potencia el autoestima de su personal. Si las personas creen en sí mismas, es increíble lo que se puede lograr. El capital no es escaso, la visión sí.”
Con esta simple frase podemos ver que de una manera u otra el capital siempre es constante y fluye como el agua, busca las maneras de como poder llegar y expandirse, pero lastimosamente siempre queda apropiada en un lado del barco. Los errores más grandes que pueden tener los jefes es la falta de visión en sus trabajadores, frases tan constantes y repetitivas que lo hacen ver como una persona de poca credibilidad y confianza entre sus trabajadores le hacen perder su imagen y a la vez los trabajadores cumplen sus labores a veces con desgano, y en casos extremos renuncian a su lugar de trabajo en busca de otro mejor. Lo cual genera un vicio constante de entrada y salida de empleados, donde se torna una inestabilidad laboral y no tanto en si por que los despidan, sino porque los trabajadores no se sienten estables dentro de la empresa o su lugar de labores.
Uno de los errores más grandes que un jefe hace es decir frases como:
Hay muchos haciendo fila por su puesto. Es usada por los jefes cuando les recuerdan a sus empleados “que trabajan para él” y que, por lo tanto, si se enferman o muestran desagrado pueden ser fácilmente reemplazados.
No le pago para pensar. La dicen los jefes que se sienten amenazados por sus subalternos. Quien maneja así a su equipo pronto pierde a los mejores trabajadores, quienes sienten que el empleo les quedó chico para su potencial.
Lo consideraré. Es un eufemismo que usan los jefes para deshacerse diplomáticamente de una solicitud o propuesta. Quien lo hace les está diciendo implícitamente a sus subalternos que no le importa lo que piensan.
¡Deje todo ya y haga esto AHORA! Esta frase solo se perdona en época de crisis, pero en un periodo normal indica que el jefe no sabe planificar. El recomendar a diario tareas “para ayer” retrasa todo el flujo de trabajo.
No me traiga problemas, tráigame soluciones. Es valioso animar a los empleados a resolver los problemas por sí mismos, pero solucionar conflictos es parte de la labor de los jefes y usar esta frase hace sentir al empleado poco valorado y afecta su productividad.
Eso es un asunto personal. Aunque cada quien tiene su vida fuera de la oficina, si los asuntos personales afectan el clima laboral, el jefe debe resolver. Su labor no es ser pañito de lágrimas, pero escuchar a su equipo le demuestra que se preocupa por él.
Tengo varias críticas sobre usted“¦ y aquí todo el mundo piensa lo mismo. Los buenos jefes hacen críticas, pero enfatizan las cosas buenas. Los malos, no solo critican sino que refuerzan sus ideas diciendo que todos en la oficina las comparten.
Debería sentirse afortunado de tener trabajo. Es el mayor de los insultos de un jefe, que no solo considera incapaz a su subalterno, sino que califica su empleo como una caridad. Además, incorpora el miedo permanente al despido.
Nada de Facebook o Twitter en el trabajo. Hoy muchos empleados trascienden su horario de trabajo para seguir respondiendo correos, y hay momentos en que se “˜desconectan”™ acudiendo a las redes sociales, lo que puede ayudarles a su creatividad y hasta a conseguir negocios.
En estos puntos podemos ver que en si capital no es escaso, y eso es fácil de entender por qué el capital siempre estará ahí, porque siempre habrá demanda de consumo. Mientras exista consumo habrá capital. Un líder deja de serlo cuando nadie cree en él y ese es el primer síntoma interno, el externo es cuando el cliente lo considera incompetente para desarrollar un cargo y deja de confiar en él.