jueves, 6 febrero 2025

El cacao de la Finca Cuyancúa

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La Finca Cuyancúa abrió sus portones a la enseñanza de este cultivo, convencidos sus propietarios de que volver a sembrar el llamado “Alimento de los dioses” es rescatar la identidad.

Por Susana Barrera.

En la última década, el cultivo del cacao en El Salvador ha tomado auge; lo cual es importante para diversos sectores, particularmente el agropecuario porque encuentra en este rubro una opción para tierras ociosas o en descanso o para diversificar o sustituir aquellas plantaciones de café de bajío, que dejaron de ser rentables. 

Algunas fincas, que antes fueron cafetaleras han incursionado en este mundo fascinantes del cacao, para el caso, la Finca Cuyancua, Izalco, Sonsonate, que abrió sus portones a la enseñanza de este cultivo, convencidos sus propietarios de que volver a sembrar el llamado “Alimento de los dioses” es rescatar la identidad, sembrar bienestar, aliviar el medio ambiente y también posicionar el cacao nacional en el mercado extranjero. 

El Salvador destacó, según la historia, antes de la llegada de los españoles, como una gran zona cacaotera, solo seguido del sur de México, han sido las constantes erupciones del travieso volcán de Izalco cuyas cenizas soterraron las plantaciones de la zona occidental y las enfermedades heredadas por los españoles las que diezmaron a nuestros indígenas y con ello disminuyó la mano de obra para continuar los cultivos.   Los cuales quedaron ahuecados en las fincas. 

Ahora, gracias a esfuerzos de diferentes organizaciones y empresarios agrícolas se está impulsando el renacer del cacao. Las nuevas técnicas en el manejo hechas desde la histórica Finca Cuyancua,  contribuyen a que el cacao sea un fruto prometedor para la economía agrícola, por ello desde aquí, al menos cuatro veces en el año, se impulsan escuelas experimentales de campo, donde los asistentes se pueden empapar de la parte técnica, histórica y de los beneficios del cacao, particularmente del cacao fino de aroma.

A esta experiencia han llegado empresarios agrícolas, profesores, antropólogos y demás personas interesadas de diferentes países de Centroamérica, hombres y mujeres que desean cultivar este fruto, conocer sus beneficios e historia.

Historia que está apremiando a los cacaos de Mesoamérica y particularmente a los de El Salvador porque existe seria evidencia de que en nuestro país puede encontrarse una de las cunas del cacao. Esos mismos aportes técnicos señalan que el cacao del país, es de los mejores en el mundo, debido a la riqueza de los suelos en los que se cultiva.

 Pero también se hace necesario la planificación del cultivo, la adopción de una cultura de cuidado y tecnificación de las plantaciones. El cacao de la Finca Cuyancua ha motivado investigaciones de academia nacional e internacional que demuestra que la identidad y el cacao se fusionaron en esas mágicas tierras.

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Susana Barrera
Susana Barrera
Periodista salvadoreña y columnista ContraPunto

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