Cada vez menos alemanes se interesan por trabajar como autónomos, señala un estudio del banco estatal de fomento KfW, que detalla que en 2018 solo un 25 por ciento de la población activa indicó querer trabajar por cuenta propia.
Esta cifra representa el índice más bajo desde que se realizó el primer estudio sobre autónomos en 2000, cuando un 45 por ciento dijo estar dispuesto a trabajar como su propio jefe.
El análisis justifica la disminución de este espíritu empresarial debido a las buenas condiciones del mercado laboral y al envejecimiento de la sociedad en el país.
Los alemanes menores de 30 años siguen mostrándose más partidarios de trabajar por cuenta propia, y más de un tercio de los encuestados se imagina trabajando como autónomo.
Sin embargo, a mayor edad, menos interés por crear una empresa propia, sobre todo por la mayor dependencia familiar y ocupacional.
El informe cita el comienzo de la crisis financiera internacional como punto de inflexión en este descenso continuado en Alemania.
Así, en 2009 la predisposición hacia el trabajo por cuenta propia era del 41 por ciento, mientras que en 2012 cayó al 30 por ciento.