No sé de cuál se fuman en la Asamblea, pero veamos un poco del todo. En Twitter se maneja que Norman Quijano ha dicho que se gastarán 32 millones de dólares en la reconstrucción del edificio de la Asamblea Legislativa, se ha creado el #TodosContraNorman, pero creo que es demasiado tarde como para quejarnos con algo, veamos un poco de historia.
Los diputados no son personas que piensen tanto en el bienestar de su lugar de trabajo, por lo que desde hace tiempo el edificio de la asamblea no tenía modificaciones, a excepción de las puertas de vidrio que tuvieron que ser renovadas por un grupo de manifestantes que las rompió, ya que se proponía la privatización del agua, aunque ese es otro asunto. La propuesta es reconstruir el edificio parlamentario y hacerlo “más seguro”, el detalle es que todo se hará a base de los impuestos de los salvadoreños.
Aquí hay un problema, quiérase o no, nosotros elegimos a los parlamentarios. Si en la papeleta escribieron “ladrones hijos de su mamá” y no seleccionaron a nadie, no hay que quejarse, usted desperdició el voto y no votó por alguien distinto, así que no hay tales de “#DevuelvanLoRobado” si usted no fue consciente de que el “voto duro” de esos “˜ladrones”™ sería el que decidiría por usted.
Bueno, continuando. Desde hace unos años existe un ente llamado “oficina de acceso a la información pública” o la “oficina de información y respuesta” y, por ley, dichas instituciones deben dar la respuesta que se necesita, por lo que cualquiera puede pedir una copia de los planos o del presupuesto que se utilizará para ese edificio que se plantea construir. Si la institución se niega, existe un ente llamado “Tribunal de Ética Gubernamental”.
No digo que hay que soportar que no se gasten en el edifico los quinientos mil dólares, pero si hay que garantizar que el trámite sea transparente, al final, ser diputado no es para gente millonaria, cualquiera puede ser diputado. Se requiere no tener problemas con la ley, ser salvadoreño y ser mayor de 25 años.
Lo que está fumado es la propuesta de reducción de diputados, no es el momento para reducir de 84 a 60. En todo caso, creería más cuerdo hacerlo en 2021. Sobre el edificio, estoy de acuerdo, pero con el edificio de la Asamblea Legislativa que se tome en cuenta que también hay escuelas que necesitan una remodelación porque sus estructuras podrían colapsar en caso de un sismo. Además, se encuentra pendiente la remodelación del Hospital Rosales, creo que más que 32 millones de dólares, necesitamos más para construir lo necesario para el pueblo salvadoreño y así “respetar los derechos extraños y apoyarse en la recta razón”, como lo dice el Himno Nacional de El Salvador.