En el autobús, cuando una persona se sube a vender he escuchado lo siguiente:
“Muy buenas tardes a todas las personas que se conducen en esta unidad de transporte, perdonen la bulla y la molestia que les vengo a ocasionar, venía a ofrecerle en esta linda tarde, lo que es este lindo paquete de lapiceros que le incluye lo que son tres colores diferentes para que usted pueda aprovechar de lo que es la variedad, yo le ofrezco lo que es este producto por lo que es un precio cómodo, me cancelará lo que es una cora, en una librería usted estaría cancelando lo que serían diecisiete centavos por lo que es cada lapicero(“¦)”
Como se puede observar en el ejemplo anterior, el uso del “lo que es” resulta cansado y totalmente innecesario, en este caso se puede omitir todo lo que está señalado en negrita y el párrafo, a pesar de ser redundante, seguiría teniendo el mismo sentido, no se vería alterado o modificado su significado.
Se suele creer que este vicio es usado solamente por personas cuyo acervo lingí¼ístico es pobre, que por ello tienden a “extender” su discurso por medio del “lo que es”, para aparentar “elegancia” o “conocimiento” a la hora de hablar, o que simplemente creen que entre más se habla, más se sabe.
Sin embargo, he escuchado el uso del “lo que es” en los diversos medios de comunicación, tanto en declaraciones de fuentes como en periodistas; y peor aún: en catedráticos y estudiantes de carreras como periodismo y letras, quienes se supone, están obligados a hacer un uso correcto de la gramática.
¿Pero cuál es el uso correcto del pronombre relativo lo que?
Se usa lo que para referirse a ideas, conceptos o acciones. No debe usarse jamás para referirse a sustantivos, por ejemplo:
“¢ Leonardo llegó temprano a la clase de italiano, lo que es extraño en él,
“¢ Lo que voy a decirte es de suma confidencialidad.
“¢ Lo que ellos necesitan es descansar
Ahora veamos algunos ejemplos del “loqueismo”, donde se verá su uso innecesario:
“¢ Esta mañana fui al médico y me recetó lo que son las pastillas.
“¢ Luego de cometer el atraco, el ladrón huyó por lo que es la Calle San Antonio Abad.
“¢ La policía ya está trabajando en lo que es la investigación
En los ejemplos anteriores, “lo que son” y “lo que es”, no aportan nada a la oración, por lo tanto, pueden omitirse:
“¢ Esta mañana fui al médico y me recetó las pastillas.
“¢ Luego de cometer el atraco, el ladrón huyó por la Calle San Antonio Abad
“¢ La policía ya está trabajando en la investigación
No me considero un gran conocedor sobre temas gramaticales, tampoco un purista de la lengua española, pero, luego de escuchar el “lo que es” en algunos docentes y compañeros de la Licenciatura en Periodismo, hace que el “loqueísmo” no me resulte tan sólo insoportable e innecesario, sino que, en estos casos, hasta vergonzoso y triste.