La utilización de la máscara se remonta a miles de años, la cual ha tenido mucho que ver con el ritual, lo sacro y lo profano. En la comedia del arte o comedia Italiana , en la edad media había sido condenada por la iglesia por su aspecto grotesco. Los actores de la comedia del arte eran dotas de expresividad a través del gesto, la expresión corporal , habilidades acrobáticas y la voz.
En el devenir de la historia del teatro la máscara era aquel componente que transformaba al actor en personaje. Se eliminaban con esta los rasgos del actor y se develaba sólo los del personaje.
La máscara como tal dotaba las características del personaje, y se olvidaban las individualidades del actor. Actualmente poco se ven espectáculos de teatro de máscaras exclusivamente y pocas compañías lo llevan a escena en sus producciones.
Dentro de la programación teatral a nivel nacional después de abrirse el telón para escenarios públicos y privados, ahora se abrió el telón para Teatro Conjunto que se presenta en el escenario del Teatro Luis Poma con el espectáculo “El Arte de la comedia del arte” que anunciaba un teatro de máscaras y con la dirección del reconocido actor-director y pedagogo guatemalteco-francés Mario Gonzalez.
Al entrar a la sala crecía mi expectativa de volver a ver aquellos personajes estereotipados con Pantalone, Polichinella, Arlequino, arquetipos de la Comedia Italiana entre otros grandes representantes de este género; sin embargo el preluido del espectáculo desencantó mi ilusión y luego vimos una versión adaptada a situaciones actuales como el ruido que causan los vecinos que no dejan dormir, el joven que se prepara para rendir un examen en la Universidad, una mujer perturbada por el golpe que sufrió su carro en la carretera.
El uso de la máscara reta al actor a ir más allá de colocársela y hablar, contar un relato que resulte divertido ; es una construcción no solo corpórea sino también entra en juego la personalidad del comediante demuestra así que “los gestos tienen un lenguaje, las manos tienen una boca, los dedos tienen una voz” como ya deliberó el poeta griego Nonnus en el S. V d.C.
El espectáculo en su segunda parte retoma la comedia del arte clásica en este ocasión comedia francesa, a través de la reconocida obra de Moliere “El Médico a Palos” aún cuando se presentó una versión reducida, la máscara de la enamorada imprecisa y el paso de leñador a médico demanda un cambio en vestuario y construcción corpórea y de voz . La última historia con los tres personajes invita a una mayor interacción entre ellos y así la historia cobraría más brillo.