martes, 16 abril 2024
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De derechos y deberes

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Uno de los principios más conocidos socialmente es que “donde terminan los deberes inician los derechos”. Le decí­a a un amigo que “si naces, entonces tienes derecho a la vida”, sin embargo, a medida pasa el tiempo se van manteniendo ciertos derechos y crecen las obligaciones. “Si hay un(a) hijo(a), tienes que darle de comer”, esto último tiene el principio de “tus derechos comienzan cuando se cumplen los derechos de los demás”.

Teniendo claro el concepto de que un derecho es lo opuesto a un izquierdo, además de ser toda necesidad que una persona tiene para tener una buena calidad de vida, me pregunto ¿por qué nadie vela al cien por ciento por cada uno de los derechos? La respuesta es sencilla, esto es imposible.

Una mujer está embarazada y su cuerpo toma como un parasito al feto, esto hace que el ser no pueda desarrollarse normalmente y que la salud de su madre se deteriore al pasar de los dí­as. Lo correcto serí­a abortar, pero si la madre sobrevive le quedará un trauma; si el niño sobrevive quedará huérfano: si ambos mueren será una pena para la familia y si ambos sobreviven, todo estará bien en la familia creada recientemente.

En el caso que uno, o ambos, mueran se habrán violado dos derechos, el derecho a la vida y el derecho a la salud. El derecho a la vida es primordial para cualquier persona, pero el derecho a la salud depende del derecho a la vida. Resumido, no puedes tener vida sino tienes salud y no puedes tener salud sino tienes vida. Pero, de lo más profundo, no puedes tener ningún derecho sino tienes vida.

Continuando con la lí­nea de vida de los derechos, hay derechos que son deberes. La educación es un derecho para todas las personas y deber del Estado dar la educación; la vivienda es un derecho para todas las personas y el Estado debe facilitar la obtención de esta. Así­, hay muchos derechos que cumplen con este principio y muchos de estos no se cumplen.

Pero ¿dónde quedan los deberes? Los deberes son acciones que deben ejercerse para poder obtener un derecho. Si yo he trabajado por un periodo de tiempo tengo derecho a un salario; si he ganado el dinero tengo derecho a comprar lo que sea necesario; si tengo lo más necesario entonces tengo una buena calidad de vida y con esta última puede llevarse una vida más feliz en el mundo en el cual vivimos.

La responsabilidad más difí­cil de cumplir es la de cuidar el lugar donde habitamos. Nuestro deber es cuidar la Tierra y nuestro derecho es poder disfrutar de ella con los recursos necesarios. Según las leyes somos libres, sin embargo, la libertad tiene su lí­mite en la libertad de otros. Si daré mi opinión debo dejar que otro la de, si voy a salir libremente debo dejar que otro lo haga.

Considero que la única forma de perder un derecho es no cumpliendo un deber. El problema es que no siempre ocurre esto, por lo que es necesario denunciar sino se cumple un derecho y hacer todo lo posible para cumplir con las obligaciones dadas para tener una recompensa inmediata o en el futuro.

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El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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