La elección de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y Fiscal General de la República (FGR), es verdadera muestra de una piñata apetecida en la Asamblea Legislativa (AL), que hoy pareciera destinada a convertirse en nefasto combo que -como ofensa cívica hirviendo- preocupa e indigna al pueblo salvadoreño.
La elección de los magistrados de la CSJ indigna, por sus tres meses de retraso; y la del FGR, porque de igual manera, conociendo de lo que son capaces los intereses partidarios, se anticipa otro retraso, como nueva violación constitucional de la Asamblea Legislativa, o acaso una elección por combo. Y así, satisfechos todos (ellos) lograda su cuota, mientras el pueblo, mezcla de ira e impotencia, reconfirma la indecencia política de todos los partidos.
Y al decir todos, es todos. Porque, si bien la disputa y acusaciones sobre cual partido es más culpable apunta solo los grandes, los llamados pequeños no son del todo ajenos al retraso; de alguna manera hay conexiones y, agazapados, esperan la sacudida del mantel porque, de seguro, algo caerá. Ahí, nadie pierde y, por el contario, el “me das te doy” es más efectivo cuanto más se trate de vender la idea del “yo no fui”, y aquí no ha pasado nada.
Se verán cosas, es un decir del pueblo. Y que hay de cosas en el contexto político, las hay. Y que muchas de esas cositas juegan con la dignidad e inteligencia de los salvadoreños, también. En la Asamblea Legislativa, ¿cómo no va a atentar contra la dignidad popular:
• que se ignore el reiterado y hasta airado reclamo popular para que se elija a los 5 magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ); y la denunciada intención de hacer combo con la elección del Fiscal General de la República (FGR)?
• que para servicio de solo tres diputados del Partido Demócrata Cristiano (PDC), la Directiva de la AL le haya aprobado la contratación de 83 empleados -¿para hacer qué?- mientras hay tanta carencia en el pueblo humilde?
• que la nueva presidencia de la Asamblea Legislativa, a partir de mayo anterior, entrara con ofertas de austeridad y, entre otras medidas, suprimiera más de 300 plazas, pero que de inmediato nombrara un número casi igual? ¿Buen gobierno o revanchismo político? A saber…
Y muchas cosas más…
En el ámbito político en general también suceden cosas parecidas, atentatorias también contra la dignidad e inteligencia de los salvadoreños y enmarcadas en la campaña electoral para elegir Presidente y Vicepresidente de la Republica, para el período 2019-2024; para ejemplo: que los candidatos utilicen niños o símbolos patrios para su campaña, no solo es acto ilegal sino también antiético y antipopular. Pero, el colmo ha sido utilizar en vallas publicitarias, spots o discursos políticos el nombre y la imagen de San Oscar Arnulfo Romero.
Y particularmente, y peor aún, que el candidato Calleja, de Arena, ofrezca un gobierno inspirado en “la visión inclusiva de Monseñor Romero”. “Diocuarde”, diría la ancianita católica del barrio humilde, como también resulta hasta infantil, que confiese públicamente que es devoto y que tiene estampitas de Monseñor Romero en su habitación, cuando, salvo mínimas excepciones, para la gran mayoría de salvadoreños y del mundo, el mayor Roberto D´Aubuisson, fundador de su partido. Fue el autor intelectual del magnicidio contra Monseñor Romero, el 24 de marzo de 1980…
Así de casos y cosas y de posibles combos electorales, en el marco de la realidad socio política y cultural de El Salvador.