Por Emilio.
David Herrera nos cuenta en esta nota sobre su recorrido como artista, nos cuenta también sobre sus pretensiones y sobre su muestra, Carbón, que fue recientemente expuesta en el museo MARTE.
El artista que desde chico fue impulsado por su padre a leer una hora al día, nos cuenta sobre su interés por los libros y como ese interés fue creando e impulsando esa búsqueda, exploración que más tarde se transformaría en las exposiciones que realizaría. Su búsqueda por un arte puro e innovador cuyo universo fuese propio, surge, según el artista de su necesidad de crear y su facilidad por la asociación de conceptos que desde pequeño tendría en su vida.
Para el artista unir conceptos que en apariencia no están relacionados es sencillo, y Carbón es la suma de las partes, una muestra que nace del fuego, de las cenizas de un Mercado que se quemó. A partir de ese momento, el artista hizo un proceso de alquimia y de los restos de la ceniza, obtuvo la muestra para recrear y colocar en escena, su puesta en el museo. Según el artista, Carbón es la exploración conceptual de las capas que tanto había buscado, la exploración para llenar la sala principal del museo.
Durante el proceso de montaje de Carbón, se fueron sumando personas que sintieron curiosidad por lo que David estaba realizando, y en consecuencia se sumaron a pintar, colaboraron con la muestra de Carbón, colocando sus propios trazos. Cada persona que entraba en el museo y se acercaba a la sala principal tenía la oportunidad de colocar un trazo de Carbón y así se sumaba a la interacción y al significado de Carbón que, en palabras de David, era la suma y a su vez, la variación de diferentes significados que él como artista había tenido en su carrera. Lo negro, de Carbón, la expansión del color negro en toda una sala de un museo, la alusión al color negro que reúne todos los colores. Lo negro como la suma de todos los colores, el espejo perfecto de la búsqueda que a veces comienza en los sueños, en lo onírico, esa búsqueda que también David había tenido desde chico, porque sus inicios como artista provienen de la poesía, de la escritura.
Al interrogar a David sobre lo que para él es el arte, David nos explica que, para él hacer arte, es jugar y replantearse experiencias, sumergirse en mundos paralelos en los que se puede dar vida a nuevas creaciones, explorar y ahondar en lo no visto, en lo que se puede llegar a ver, en esa asociación de ideas, que para él resulta tan atractivo, -ese ir y ver cada parte y unir cada parte como en una historia, hasta tener una totalidad-. Quizá por eso la muestra de Carbón es tan atrevida e intrigante, debido a que lo negro es como una escalera a conceptos que nos muestran la trascendencia en el arte, trascendencia necesaria para encontrar un sentido en la vida, en ese ir más allá de lo cotidiano.
Por ello, la importancia de esta exposición llamada Carbón, que nos insta a ver el arte como juego y expresión de cómo la realidad puede tener diferentes matices y capas, colores, representaciones.
Carbón es eso, la pretensión de contar una historia que tenga diferentes sentidos, una historia con la que el público se identifique a través de las capas expuestas en un Museo. Una historia contada de una forma atípica pero que en el fondo expresa un concepto contemporáneo y conceptual que redefine mediante la alquimia, la experiencia de un artista que muestra parte de su alma en una exposición.