domingo, 14 abril 2024
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Carta a la Patria

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Adaptación del Himno Nacional de El Salvador, escrito por Juan J. Cañas y con la melodí­a compuesta por Juan Aberle.

Querida Patria Salvadoreña:

Me mandan a saludarte con orgullo, pero prefiero hacerlo con tristeza. Soy tu hijo, pero rechazo a tus padres, no me considero capaz de jurar mi vida con muchos ánimos porque tu pueblo ha tomado tanto descanso, que ha olvidado consagrar un bien.

La dicha suprema no ha tenido mucha paz, es más, tenemos la dicha de ser uno de los paí­ses más peligrosos. No sé si soñaste con ser noble o te llamaron noble para aprovecharte de la nobleza de otros paí­ses, creo que obtener ayuda es tu eterno problema y conservarla en pie, actualmente, no es tu gloria mayor.

La fe ha quebrado mucho el camino del progreso, no lo digo porque no creo en ti, no es por eso. Más que llenar tu destino, lo hemos vaciado y creo que con esto te hemos fallado, porque con nuestros errores no hemos podido crear un feliz porvenir.

Como paí­s, no aseguramos la barrera para evitar el choque de la deslealtad. Aceptamos a la deslealtad como una hermana, sino, pregúntale a los expresidentes, exalcaldes y diputados sobre qué tanta cantidad de dinero han tomado. Nuestro problema es que, cuando alzamos la bandera, a la muerte le escribimos con sangre el nombre de libertad.

Tú creí­ste en la libertad, la defendiste para salvar a una nación. Tú rechazaste el odioso poder, pero ellos fueron los villanos, fueron unos tiranos. Casualmente, tirano y villano riman con Maximiliano, uno de los peores gobiernos en una tierra que vio correr sangre.

Tu historia es dolorosa y sangrienta, la masacre de El Mozote, el asesinato de campesinos y la violencia que azota a nuestro paí­s. Sin embargo, tienes la historia más excelsa y brillante tras ser cede de los juegos centroamericanos o elegido para atender el evento de Miss Universo. Me has demostrado que de ti puede salir gloria, aunque prefiero omitir tu altivez, a pesar de ser muy común.

Te felicito por no desmayar y mantener tu valentí­a desde que naciste. Nos has enseñado que cada uno puede ser un héroe, pero no de esos que cobran diez dólares en una carretera para no imponer multa, me refiero a esos héroes que hacen de nuestra nación algo funcional y te mantienen a la altura de lo que eras antes, aunque a veces cueste.

Sé que han existido traicioneros y crueles, pero aun así­ te mantienes sobre laureles al ganar una guerra contra la migración, aunque digan que vas a la perdición. Eres quien se mantiene salvando el honor de un paí­s, eres la representación del todo. Tú eres lo mejor.

Has respetado los derechos, aunque no cumplamos con nuestros deberes. Tienen la razón, porque eres una y mil razones de vivir en ti, tú eres quien ha tenido la ambición de salvarnos a pesar que los jugadores hicieron sus amaños. Mantente en la lí­nea de la justicia, juicio y equidad, haciendo para el paí­s tu mejor esfuerzo. Tú eres quien hace más dura a la guerra y también quien la suaviza, porque para ti somos lo mejor y lo más importante en tu larga vida.

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El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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