sábado, 11 enero 2025
spot_img
spot_img

Báñate antes de tirarte al ruedo

¡Sigue nuestras redes sociales!

"Que no te acusen de machista o misógino, solo siéntete deconstruido por tu complacencia generacional y piensa que las mujeres son únicas, intuye ¿qué más resta o suma por conocer?": Gabriel Otero.

spot_img

Gabriel Otero


Que no te acusen de machista o misógino, solo siéntete deconstruido por tu complacencia generacional y piensa que las mujeres son únicas, intuye ¿qué más resta o suma por conocer?, Don Juan y Giacomo Casanova te acompañan, son sombras trémulas, consejeros generosos que bebían chocolate antes y después del sexo, acción que hace siglos se conocía por hacer el amor.

Para efectos carnales las mujeres son la suma de todas las exquisiteces, figura pletórica de redondeces amables, su mente es un callejón profundo del que jamás saldrás.

Ellas mandan, nunca creas lo contrario, el papel de proveedor es ilusorio, no te resistas déjate llevar por la ternura, contémplalas y sobre todo compréndelas.

Báñate antes de tirarte al ruedo, disculpa la imagen taurina, sólo se apesta siendo cadáver, olvídate de la vieja máxima de que siempre hay un roto para una descosida.

Acéchalas, pero no las asfixies, absorbe su tibieza, el aroma de su cuello, bésales las manos, pretende el ser evocado como algo plausible de recordarse.

Desecha los mitos, no te servirán de nada, si se acarician el cabello es por innata coquetería o porque les da la gana, no es para llamarte y tener sexo contigo, si te sonríen es por amabilidad, ellas escogen con quien aparearse o pasar el rato, por eso conviértete en la primera opción de sus feromonas.

Habla con ellas con los ojos y las manos, evita la cursilería, las mujeres te harán caso en la medida en que tu conversación sea diferente, sedúcelas por la piel y las neuronas, que el interés sea mutuo y no desmedido.

Si hay empatía será un chispazo, si no vete a la siguiente. Sé sincero y no alardees, la mentira es para los torpes y necios, los que siempre cuentan lo mismo y siguen igual.

Nunca seas un libro abierto, los finales felices aburren, herédales la duda de tu palabra muda la que les dice cosas que nunca oirán.

No trates de dominar su temperamento, cállate cuando se pongan necias, eso sucede cuando se sienten manipuladas.

Las mujeres no son demonios sedientos de carne, pero están llenas de deseos no manifiestos, sé paciente y frota con fruición dos palos de ocote, de las chispas nacen los incendios y después solo el silencio sabrá qué pasará.

¡Hola! Nos gustaría seguirle informando

Regístrese para recibir lo último en noticias, a través de su correo electrónico.

Puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento.

Gabriel Otero
Gabriel Otero
Escritor, editor y gestor cultural salvadoreño-mexicano, columnista y analista de ContraPunto, con amplia experiencia en administración cultural.

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

spot_img

También te puede interesar

spot_img

Últimas noticias