Antropólogos de todo el mundo trabajan desde 1992 en El Mozote y lugares aledaños por la reivindicación de las víctimas de aquella masacre de diciembre de 1981.
Los pueblos originarios continúan la lucha por resurgir y reivindicar la memoria de los que cayeron en etnocidio de 1932, hecho que propició la pérdida de la identidad y esencia del salvadoreño. Contra la invisibilización, conmemoran la vida de quienes derramaron sangre a costa de sus raíces