Por Mario Mejía
La literatura es el arte que hace uso del lenguaje oral y escrito para manifestarse, el teatro es el arte que hace uso de cuerpos vivos y cuerpos inorgánicos para manifestarse. No digo que esas sean todas sus características, sólo me limito a decir que, una característica esencial de la literatura es ser un arte compuesto de lenguaje oral y escrito, y una característica esencial del teatro es ser un arte compuesto por cuerpos vivos y objetos inorgánicos.
Basándonos en el materialismo filosófico de Gustavo Bueno y la teoría literaria de Jesús Gonzáles Maestro, podemos decir que, la ficción es aquella realidad no operatoria, es decir, aquella realidad que sólo puede ser captada psicológicamente, pero que necesita un soporte material para que esto suceda, por ejemplo: la ficción literaria se manifiesta en el lenguaje escrito, pero operatoriamente no existe ese mundo que narra la obra, porque no lo podemos captar por nuestro sentidos, lo que nuestros sentidos captan son las hojas, la pasta y las letras del libro . Ese mundo y esos personajes que narra la obra sólo los captamos psicológicamente, por eso son ficción. Las hojas, la pasta y las letras son el soporte material del mundo y los personajes que narra la obra. Es decir que, la ficción literaria necesita un soporte material para manifestarse.
La ficción teatral es más compleja, porque esta se manifiesta en cuerpos vivos y cosas inorgánicas. El personaje ficticio se manifiesta en los movimientos corporales y vestimenta de una persona que existe operatoriamente, a esta persona le llamamos actor. En otras palabras, el actor es aquella persona que hace los movimientos corporales y uso de vestimenta y decoración corporal adecuadas para que se exprese la esencia del personaje ficticio, y así podamos captarlo psicológicamente. Por ejemplo, el personaje de la obra literaria” Romeo y Julieta”, Romeo. En la adaptación teatral de esta obra, el actor que representa a Romeo no es Romeo, el público capta mediante sus sentidos al actor, pero este actor hace determinadas movimientos corporales y viste de determinada manera para que el público capte psicológicamente la personalidad, el cuerpo y las acciones de Romeo. Ahora, es necesario aclarar que, las acciones que producen los actores para representar las acciones del personaje ficticio, no tiene efectos operatorios. En otras palabras, y vuelvo a la obra literaria “Romeo y Julieta”, Romeo se toma un veneno al creer muerta a Julieta, en una adaptación de teatro de esta muerte, el actor de Romeo , solamente hace las acciones necesaria para que el público capte psicológicamente el autoenvenamiento de Romeo, pero sin envenenarse realmente. En otras palabras, el actor no se ha envenado realmente, no ha sufrido daño.
En síntesis, el actor con su propio cuerpo representa las acciones del personaje ficticio, el actor con su propio cuerpo da soporte material al personaje ficticio. Su mente imita la mente del personaje ficticio al que representa, al grado que, puede auto engañarse creyendo que él mismo es el propio personaje ficticio al que representa en el momento de la función, pero obviamente los efectos de las acciones que haga para representar las acciones del personaje al que representa, jamás tendrá efectos operatorios.
El teatro hace que la realidad ficticia parezca realidad operatoria porque, como dije anteriormente, el teatro expresa la ficción en cuerpos vivos y objetos que existen operatoriamente.
Nerio Tello y Alejandro Ravassi consideran que, para que la ficción teatral se lleve a cabo, hay una especie de acuerdo tácito entre el actor y el espectador, en donde el espectador juega a que cree que lo que sucede en la ficción teatral, está sucediendo como un suceso de la realidad no ficticia. En otras palabras más sencillas, el espectador finge creer que lo que sucede en la ficción teatral en el preciso momento de la función ,está sucediendo realmente como algo no ficticio.
En conclusión, en el teatro la ficción toma un rostro muy parecido a la realidad operatoria. Al igual que la literatura, el teatro surge desde tiempos muy primitivos, cuando dominaba la magia y el mito. La función del teatro, como las otras formas de arte, ha sido y sigue siendo transmitir formas de interpretación de la realidad. Ya sea interpretaciones que fortalezcan una visión mágica, acrítica e irracional de la realidad, o interpretaciones que fortalezcan una visión racional y critica de la realidad, que contribuye a la construcción de nuevas formas de razonamiento que ayuden al progreso humano.