—Parecía que no llegaría el momento, pero finalmente, los Premis Ones están aquí. ¿Cómo se presentan? —Con muchas ganas. Casi todos los premiados vendrán a recoger su galardón y eso solo ya es un gran triunfo, porque demuestra la importancia que se dan a los premios. A pesar de las vicisitudes, no han querido faltar a la cita, cosa que te hace sentir orgulloso.
—¿Qué nos espera en la gala?
—Será una velada con una carga emocional muy fuerte. Por una parte, porque la dedicaremos a todas aquellas personas que han muerto a causa de la pandemia. De otra, porque haremos un homenaje póstumo a Ernesto Cardenal, presidente de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET), entidad con quien colaboramos y que entrega uno de los galardones. De hecho, hemos añadido el nombre de Ernesto Cardenal al Reconocimiento de la RIET, un premio que este año es para el músico cubano, pero muy vinculado con Vila-seca y a su conservatorio, Cecilio Tieles.
—¿Con respecto a los galardones, hay novedades? —Se estrena el Reconocimiento Bosque Habitado, que entrega el programa con el mismo nombre de Radio 3, y que este año recaerá en manos de José María Galán, un activista e impulsor de brigadas antifurtivos en el continente africano.
—Hábleme de los otros premiados. —Uno de los nombres más destacados es Nadia Ghulam. Es una premiada que me genera mucha ternura. Cuando era niña y vivía en Afganistán tuvo que hacerse pasar por su hermano muerto para poder trabajar en la calle, ya que a las mujeres no se les permitía en plena dictadura a talibán. Un bombardeo impactó en su casa y quedó muy malherida y se tuvo que someter a muchas operaciones. Finalmente, fue acogida por una familia catalana y desde aquí no sólo ha narrado sus vivencias, para generar conciencia sino para ayudar a muchas mujeres que se encuentran en una situación similares a la que ella vivió. Sobre todo se le premia el coraje de caer y levantarse tantas veces como ha hecho ella.
—Otro nombre de mujer destacado es el de Grethel Aguilar. —Exacto. Es la Directora de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), uno de los organismos internacionales más importantes en la lucha ambientalista. Justamente ella es una de las premiadas que no podrá asistir a la gala. Y no por falta de ganas. Es de Costa Rica y a causa de la pandemia, no permiten que nadie salga del país, así que no podrá estar en Tarragona.
—La trayectoria de estas galardonadas muestra su compromiso con el feminismo. —Es nuestro granito de arena para feminizar a la sociedad. Desde hace unos años, buscamos que entre los nuestros premiados haya nombres de mujer. El compromiso es firme y muestra de eso es el seminario que estamos preparando para noviembre sobre el papel de la mujer en el medio ambiente y la lucha climática, donde todas las ponentes serán mujeres.
—La cultura también tiene su espacio entre los premiados. —Tenemos el cantante de rumba catalana Sicus Carbonell. El galardón, sin embargo, no lo recibe por su trayectoria musical, que es buenísima, sino por la gran tarea de integración de su clan gitano y para trabajar a favor del mestizaje y la diversidad fusionando la rumba con otros ritmos. Gente como en Sicus, una persona solidaria, implicada en la defensa de los derechos humanos y la integración, está en la que nos gusta premiar porque son los encargados de hacernos avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa. Siguiendo esta línea, hemos premiado en el Observatorio de las Desapariciones Forzadas de Menores.
—Su presidenta es tarraconense. —Así es, Neus Roig es tarraconense. El Observatorio de las Desapariciones Forzadas de Menores está haciendo una gran tarea y es uno de aquellos premiados que hacía unas cuantas ediciones que teníamos a lista de espera y este año finalmente se lleva el reconocimiento. Recibimos muchas propuestas para posibles candidaturas y es mucha responsabilidad escoger a quién dar finalmente los premios. A la vez, eso nos llena de orgullo, porque significa que los premios, después de 26 años, han alcanzado un prestigio que no necesitan otras guarniciones.
—El territorio también tiene a sus premiados. —Por una parte, tenemos el premio de Sirusa, que este año recae, por segunda vez, por Vila-seca. El motivo es muy sencillo: hacen los deberes. Las cifras de recogida selectiva así lo demuestran y por eso se llevan de nuevo el premio.Por otro lado, tenemos a la Asociación Deportiva Torreforta, que han trabajado y trabajan para conseguir la integración de los niños de familias migrantes recién llegadas en la ciudad, especialmente en los barrios de Ponent, mediante el deporte.
—¿Y con respecto a las entidades medioambientalistas? —Tenemos uno premiado que dará un gran ejemplo en Tarragona. Se trata del Anillo Verde de Santander. En su caso, una fundación se encarga de gestionar el espacio, recuperar los hábitats y hacer actividades de concienciación. Para que un proyecto como el de Santander funcione, hay que ir más allá de los mapas, que es lo único que tenemos en Tarragona, y hay que acompañarlo de un presupuesto. Me gustaría que un proyecto como este se materializara aquí y creo que los premios son una buena oportunidad para aprenderlos. Aparte, tenemos otras entidades galardonadas como la fundación Global Nature, que tienen en custodia más de 24.000 hectáreas de espacios naturales en España y gestionan más de 110 zonas húmedas. Y la Asociación Vida Sana y su presidenta, Ángeles Parra, que han impulsado las ferias BioCultura, en Barcelona y Madrid.
—El inicio del confinamiento nos dejó imágenes sorprendentes de fauna y recuperación de los ecosistemas. ¿Cree que la concienciación sobre el medio ambiente ha bajado con la recuperación de la actividad? —Con el desconfinamiento se ha perdido el efecto sorpresa. Sin embargo, si una cosa buena ha tenido el confinamiento, es que ha demostrado que todos aquellos que decían que el cambio climático no era consecuencia directa de la actividad humana mentían. Hemos visto cómo los ecosistemas se regeneraban, solamente simplemente porque no factor humano no estaba presente. Como dice Jane Godall, el coronavirus es simplemente un aviso a la humanidad de lo que nos puede venir. Por eso, tenemos que seguir trabajando y concienciando. Estoy convencido de que otro mundo es posible, aunque pueda sonar a cliché.
—Hábleme de la gala. ¿Se plantearon aplazarla o hacerla sólo online? —Fue una opción. De hecho, tenemos un plató preparado para que si finalmente no la pudiéramos celebrar en el Teatrr Tarragona, la pudiéramos retransmitir por Internet.
—Una de las novedades es que se podrá ver de los hogares. —Se podrá seguir en directo por TAC12 y a través de nuestras redes sociales. De cara a próximas ediciones, seguiremos emitiendo la gala en directo para que se pueda seguir desde todo el mundo.
—¿Qué medidas de seguridad se han previsto? —Hemos contratado una empresa de seguridad para que supervise el acceso y haga un control de temperatura de los asistentes. Repartiremos mascarillas y no habrça el aperitivo que se hace después de la gala.
—Por último, el lema de esta edición es ‘26 años generando ilusiones’. ¿Qué ilusiones quiere seguir generando? —Mi ilusión es que no se nos marche la ilusión de preparar más ediciones de los Premis Ones y trasladar nuestra implicación y emoción en la ciudad.