Una contundente reflexión dejó el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, sobre la necesidad de respetar los derechos básicos de la ciudadanía, ya que de lo contrario esto puede llevar a la convulsión social. Esto lo dijo durante su breve visita a El Salvador, que es parte de una gira oficial que realiza en el Triángulo Norte, Belice y Cuba.
“La oligarquía seguía sin entender que la paz es fruto de la justicia y que un Estado que no garantiza los derechos básicos de su población, deriva en la ingobernabilidad. La pobreza, la desigualdad, autoritarismo y la falta de democracia fueron los principales combustibles de la tragedia y de la trágica guerra que azotó en las últimas décadas del siglo pasado”, recordó el mandatario azteca tras los hechos que marcaron a El Salvador y que llevó a la guerra civil.
AMLO también aprovechó la oportunidad para hacerle un guiño a la izquierda salvadoreña, específicamente al FMLN, al asegurar que México junto a Francia no dudaron en emitir la declaración donde se reconocieron al partido rojo como una fuerza representativa.
Rememoró cómo se logró darle fin al conflicto bélico, por lo que recordó la importancia de los Acuerdos de Paz en la historia cuscatleca.
“En el caso de El Salvador se consiguió la paz, eso se logró gracias a acuerdos que se suscribieron en 1992 y es un orgullo para nosotros los mexicanos porque esos acuerdos se firmaron en el castillo de Chapultepeq en la Ciudad de México”, indicó
Señaló que en la actualidad se tiene que luchar contra la pobreza, la desigualdad, desempleo y la marginación “que son las raíces profundas de la inseguridad, la migración y otras desdichas”.
Además, hizo un breve recorrido en los rasgos que unen a ambas naciones desde los pueblos originarios hasta los conquistadores españoles.
Este breve recorrido lo culminó con anuncios en materia de migración, que generará un beneficio bilateral.
En este aspecto, el presidente de México, anunció que se desembolsará más financiamiento a El Salvador para la aplicación de los programas Sembrando Vida y Jóvenes en Construyendo Futuro y que ambas naciones brindarán igual cantidad de fondos.
“El porcentaje de los jóvenes que pensaban emigrar se redujo del 35.7 % al 11.4 %; el 97 % consideró haber desarrollado habilidades laborales que contribuyen a su arraigo al país”, informó el mandatario mexicano sobre los alcances de los programas ejecutados entre ambas naciones.
Explicó que 2 millones 500 “ninis” mexicanos -jóvenes a quienes se les denominaba de esa forma porque ni trabajaban ni estudiaban- están recibiendo un apoyo, un salario, para trabajar como aprendices en empresas, en comercios, en el campo y esto los aleja de tomar el camino de las conductas antisociales, estamos quitándoles el semillero a las bandas, que los jóvenes tengan posibilidad de estudio, tengan posibilidades de trabajo.
Mientras que en El Salvador son 10 mil los jóvenes que están recibiendo este apoyo: 44 por ciento mujeres y 56 por ciento hombres, que reciben 180 dólares de apoyo económico mensual con propósito de capacitación laboral en 427 centros de trabajo, en áreas administrativas, de servicios, ventas y comercio, oficios, cultura y deportes, industrias, ciencia y tecnología y en el sector agropecuario; 58 por ciento se capacitaron en el sector privado; 25 por ciento en el sector público y 17 por ciento en organizaciones sociales. También de la evaluación, como resultado:
Aseguró este viernes que Estados Unidos es “corresponsable” en la búsqueda de una solución conjunta al problema de la migración irregular desde Centroamérica y que tiene como base la pobreza.
“Por donde quiera verse, Estados Unidos, protagonista del fenómeno migratorio debe, en consecuencia, ser corresponsable de darle solución, modificando su política migratoria…A la vista de este resultado, es de esperar que el gobierno y el congreso de Estados Unidos terminen por entregar los cuatro mil millones de dólares que el presidente Biden ofreció invertir en estos programas, de modo que puedan ampliarse en los tres países de América Central, pero como lo mencionó el presidente Bukele, y estoy de acuerdo, no tenemos que estar esperando y no podemos estar dependiendo de nadie, tenemos que hacer uso de nuestro derecho a la autodeterminación como pueblos libres y soberanos. “, declaró.
Indicó que: “me da mucho gusto anunciar aquí en El Salvador, la propuesta del presidente Bukele, se va a incrementar al doble el programa de Sembrando Vida y de Jóvenes Construyendo el Futuro y vamos a aportar la misma cantidad el gobierno de El Salvador y el gobierno de México”.
“Postulamos que toda persona tiene derecho a permanecer en el país que nació, que nadie debe verse forzado a emigrar por hambre o por violencia y que nadie sea cocido a balazos al cruzar la frontera”, expresó el mandatario.
Por su parte, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, consideró que la junta fue productiva en el desarrollo de programas y el fortalecimiento de los lazos bilaterales.
“Ha sido una reunión muy productiva. Estoy seguro de que va a traer beneficio para nuestra gente y para nuestros países. La relación entre ambos países yo la catalogaría como excelente”, aseguró Bukele.
A la vez, señaló que en dicha reunión se lograron algunos acuerdos puntuales entre los gobiernos y se afirmó el compromiso por seguir trabajando más a profundidad en otros temas que atañen a ambas naciones.
Bukele hizo énfasis en la migración irregular hacia los Estados Unidos. “Sabemos que la migración es un tema que debemos resolver. Queremos que nuestros ciudadanos productivos se queden en nuestros países y cada quien está haciendo su parte”, destacó el mandatario salvadoreño.
A la vez hizo referencia a la IX Cumbre de las Américas, que se celebrará en Los Ángeles (EE.UU.) del 6 al 10 de junio.
“En temas políticos también es importante mencionar que hablamos de la Cumbre de las Américas, porque creemos que es importante que se discutan los temas del hemisferio de una manera integral”, indicó Bukele.
Dicha cumbre, a la que no están invitados los Gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, será la segunda organizada por Estados Unidos después de la edición original en Miami en 1994, y su objetivo principal es diseñar un pacto migratorio regional.
