Por Carlos Castillos.
Los parques zoológicos, poblados de animales salvajes, exóticos y algunos domésticos empiezan a ser historia en Uruguay, convertidos en paseos públicos de diferentes características.
El zoológico de Villa Dolores, uno de los principales, que estaba ubicado a unos diez minutos del centro de Montevideo, la capital, fue reabierto estos días de diciembre de 2023, como un espacio para “integrarse en la trama urbana de su entorno y ser un espacio de disfrute colectivo”, según explicó, María Inés Obaldía, la directora del Departamento de Cultura del gobierno municipal de Montevideo.
Ese espacio, de siete hectáreas, fue intervenido por arquitectos, urbanistas y otros expertos, quienes concentraron el proyecto en la transformación de los límites, el cambio de los muros perimetrales y la transformación de instalaciones en desuso, tales como las piscinas, refugios de grandes animales y similares.
Se construyó un anfiteatro y para fomentar la preservación de las especies nativas de la flora, se generaron jardines de vegetación específica, con la idea que haya un nuevo vínculo entre las especies vegetales y las personas visitantes. No faltan los juegos para niños, junto al llamado Parque la Amistad, que ya venía funcionando desde hace un tiempo en el mismo predio, donde también está el Planetario Municipal.
A 45 kilómetros de Montevideo, sobre la costa atlántica uruguaya, en la ciudad balnearia de Atlántida, también se eliminó un zoológico tradicional, que estaba lleno de animales enjaulados, y se habilitó el llamado Parque Azul, “el primer espacio de ese tipo en la región”, inspirado netamente en personas con autismo, explicaron algunos de sus promotores.
“Creo que nuestro gran enemigo es la ignorancia. La gente no sabe cómo tratar a una persona con autismo, entonces lo primero es el miedo y, por ende, el rechazo. Un lugar como este parque, justamente, promueve desde la infancia que los niños estén cerca de una persona con autismo, que lo vean actuar, que lo vean jugar”, declaró Fabián Marquisio, un músico que creó canciones para uno de sus hijos, que tiene TEA (Trastornos del Espectro Autista).
El Responsable del Área de Discapacidad del gobierno municipal local, Federico Lezama, dijo que con este tipo de espacios se apunta a que ”sea un lugar de encuentro y de pertenencia de la comunidad, de esas personas que muchas veces se encuentran con que los espacios públicos les son hostiles. Las personas con autismo necesitan lugares de encuentro, de referencia, porque si no, tienen que dar la pelea por la vida ellos solos y eso les está siendo muy difícil”.
Marquisio asegura que no existe un espacio igual en ningún país de Sudamérica, región que ha recorrido en sus giras artísticas.
Además de un anfiteatro, en el flamante Parque Azul de ya no habrá un tigre enjaulado, sino “un laberinto de sentidos y por allí un puente interactivo, un rincón de los abrazos, un rincón de la calma, una ronda de la amistad, un área de juguetes compartidos y un sector de juegos infantiles. Además, se construyeron nuevos pavimentos que generan accesibilidad universal al espacio y se acondicionaron la huerta y el vivero de plantas que ya venían siendo desarrollados por parte de la comunidad.
Todavía existen algunos zoológicos en Uruguay, aunque cada vez menos, por iniciativa de autoridades, pero también por la presión de organizaciones defensoras de animales que periódicamente realizan manifestaciones con ese tipo de reivindicaciones.
Link 1: Video intendenta (alcalde) de Montevideo Carolina Cosse
Link 2: Fotos y video del Parque Azul