Uruguay inauguró hoy un moderno Centro de Innovación en Vigilancia Epidemiológica para ayudar a identificar patógenos que puedan provocar emergencias sanitarias como la ocurrida a mediados de marzo con la aparición del Covid-19.
Se trata de un sistema de investigación y coordinación de acciones "abordando el trabajo con una visión que abarque a personas, animales y ambiente" informó el Instituto Pasteur de investigación científica, que es donde funcionará el nuevo centro.
El director del Pasteur, Carlos Batthyány, dijo que, con el aporte público y privado, se incorporan herramientas e instrumentos para un mejor trabajo y más articulado entre los científicos.
El ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Talvi, que participó en las gestiones para conseguir apoyo fuera de Uruguay, destacó que el moderno centro "será un modelo regional y hasta mundial en la prevención de futuras pandemias".
"Es una apuesta al desarrollo científico" como una forma de apostar también por el país, más allá de posiciones políticas partidarias y pensando en el desarrollo del país en su conjunto, indicó el canciller.
Talvi reveló que hace algunas semanas un pasajero del (Crucero) Greg Mortimer manifestó su deseo de donar (algo) para una buena causa en Uruguay, como forma de expresar su gratitud por el tratamiento que recibieron en el país sudamericano los tripulantes y pasajeros de ese crucero, que quedó varado frente a las costas uruguayas en plena pandemia.
Ese gesto del pasajero, al que sumaron otros pasajeros de Inglaterra, Francia y Estados Unidos, fue canalizado hacia el Pasteur y formó parte de las donaciones que permitieron el montaje y habilitación del nuevo Centro de Innovación en Vigilancia Epidemiológica.
Uruguay también habilitó estos días una aplicación, llamada Coronavirus UY, que "permite la comunicación de prestadores de salud con aquellas personas que pudieran presentar síntomas o presuman que pueden estar infectados, guiándose al respecto sobre los pasos a seguir".
“Coronavirus UY” brinda a la población en general información necesaria sobre la enfermedad, así como sugerencias para evitar el contagio.
Respecto de la situación por el Covid-19, Uruguay encendió las alarmas esta semana al aparecer un brote de unos 25 casos en la ciudad de Treinta y Tres, a unos 290 kilómetros al este de Montevideo, la capital, que obligó al cierre de los centros de enseñanza y someter a análisis a decenas de funcionarios de la salud.
El gobierno del presidente, Luis Lacalle Pou, dispuso la suspensión de las clases presenciales hasta el 3 de julio, controles fronterizos en cinco puntos del departamento (provincia de Treinta y Tres) , realización de hisopados a quienes permanecen en cuarentena y otros mil tests al personal de la salud, familiares y pacientes.
"Obviamente, estas medidas no sirven de nada si en la ciudad de Treinta y Tres la gente no anda con el tapabocas, si no mantiene un distanciamiento físico sostenido y tampoco adopta el resto de las recomendaciones sanitarias" expresó el presidente uruguayo, en rueda de prensa.
El mandatario admitió que los uruguayos que hubo un relajamiento de las medidas desde que se dispuso la normalización progresiva de la vida cotidiana en el país. "Nos relajamos un poco” y "con lo que está pasando hoy, retrocedimos algunos casilleros”, expresó.
Lacalle Pou explicó que la realidad obliga a poner una pausa en el camino hacia la denominada “nueva normalidad” y agregó: “Lo hacemos con pesar, pero es nuestro deber”.
Desde el 13 de marzo, cuando se declaró la emergencia sanitaria en Uruguay, se han procesado 57.687 tests y se han registrado 882 casos del coronavirus en el territorio nacional, de los cuales 815 personas ya se recuperaron y 25 fallecieron.
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