El gobierno que va a presidir el presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) puede hacer historia si deja atrás la política de sus antecesores con relación a la drogas, sobre todo la de Calderón y Peña Nieto, ante la evidencia del fracaso del paradigma prohibicionista y punitivo.
En México sabemos que la aplicación del paradigma son más de 100,000 muertos por sexenio. Está en manos de López Obrador si quiere o no seguir ese camino. La presidenta de la Comisión Global para la Política de Drogas, Ruth Dreifuss, dice que es un "fracaso fácil de probar" ante sus resultados.
Hace unos días en Nueva York, Peña Nieto, antes de dejar la presidencia, firmó una propuesta del presidente Donald Trump, para continuar con un paradigma que ha fracasado e incluso elevar su intensidad. Extraña que López Obrador ante esto no haya dicho nada cuando es común que todo lo comente. ¿Por qué?
Si el próximo gobierno sigue con la implementación del actual paradigma se va a repetir lo que dice Dreifuss, que fuera presidenta de Suiza, y es que no se va a reducir la demanda de las drogas y tampoco el suministro de las mismas. Y sí va a suceder todo lo contrario.
Y seguro que de continuar con esa política lo que va a propiciar, como lo hace ahora, es que crezca el poder del crimen organizado y también, como consecuencia, se dañe el tejido social y la salud pública e individual, asegura Dreifuss.
López Obrador debe tener claro que si, pese a la evidencia, continúa la política de Calderón y Peña Nieto las instituciones estatales van a seguir siendo afectados por la cooptación y corrupción del crimen organizado.
Y que los ciudadanos, sobre todo los más vulnerables, van a ser objeto, como ahora, de la desaparición y el asesinato, pero también del desplazamiento de sus lugares a causa de la guerra que se libra en ciertas regiones del país, como asegura la Comisión Global.
El próximo gobierno no puede caer en "la ilusión de llegar a una sociedad libre de drogas", como algunos, de manera ingenua, piensan es posible. La Comisión Global asegura "existe una demanda de drogas y si no se satisface por medios legales, será satisfecha por el mercado ilegal".
Frente a esa realidad y ante el resultado del actual paradigma solo queda el camino de avanzar en el proceso de legalizar-regular todas las drogas, para evitar que "las organizaciones criminales controlen toda la cadena de drogas", sostiene Dreifuss.
La Comisión Global a partir de evidencia asegura que "la regulación de las drogas actualmente ilegales no solo es posible, sino que es necesaria" y añade que la "única respuesta responsable es regular el mercado, establecer regulaciones adaptadas a la peligrosidad de cada droga y monitorear y hacer cumplir estas regulaciones".
Si el gobierno del presidente López Obrador quiere presentar resultados distintos a los de sus antecesores tiene que abandonar el paradigma prohibicionista-punitivo y empezar a caminar por la ruta de la legalización-regulación. Si no lo hace ya sabemos cuál es el resultado: más de 100 mil muertos en el sexenio.