La elecciones presidenciales se encuentran a la vuelta de la esquina y tanto los debates como las campañas de cada formula están llegando a su fin, es momento de analizar cuales deben de ser los puntos claves en donde se debe mejorar.
En primer lugar, hay que concentrarse en las campañas políticas, estas se caracterizaron por críticas y ataques entre cada fórmula, que terminaron perjudicando el proceso electoral y confundiendo a una gran parte de la población. Esto no significa que está mal criticar los errores de los demás candidatos, simplemente considero que una campaña política no debe enfocarse en ataques que al final lo único que logran es desviar la atención de lo que verdaderamente importa. Es necesario que estas tengan como objetivo dar a conocer sus planes de gobierno, escuchar las necesidades de la población, realizar reuniones con agentes claves que puedan llegar a beneficiar a los salvadoreños.
Por otro lado, hay que enfocarse en la actitud de ciertos candidatos al momento de participar en debates o presentaciones públicas. Este camino a las elecciones si se caracterizó por algo fue por las peculiaridades que ocurrieron en los espacios de opinión. Considero que es una falta de respeto por parte de los candidatos que se opusieron a participar en dichos espacios, debido a que no hace mucho tiempo, en El Salvador se desarrolló una guerra civil donde uno de los principales motivos por los que se luchaba era por obtener espacios donde cada partido político fuera capaz de dar a conocer sus ideas y refutar las de los demás. No es posible que ahora que se cuenta con dicha oportunidad, estos espacios sean vistos de menos o se les quite la importancia que tienen. Es cierto que más de algún debate pudo o no ser afectado por algún grado de subjetividad, sin embargo, hay que ser un poco realistas, al momento de tomar el lugar de presidente no siempre se va a contar con un grado de neutralidad a la hora de refutar o criticar los actos o las ideas de ciertos colegas. Del mismo modo, pienso que algunos candidatos al momento de dar a conocer sus propuestas, carecieron de preparación y de profundidad a la hora de satisfacer las necesidades de los salvadoreños.
Toca enfocarnos en el comportamiento de la población, muchas veces defendemos ciertas acciones de los candidatos que dañan el proceso de campaña electoral, se deben de dejar de un lado los fanatismos políticos que entorpecen el análisis crítico. Estas elecciones presidenciales no se deben de tratar simplemente de poner una cara nueva en el ejecutivo, o de votar por determinado candidato porque ese es el partido político que siempre se ha apoyado. El voto debe de ir acompañado de un análisis crítico tanto a las propuestas presentadas, al carácter del candidato y al nivel de preparación del mismo, a esto se le debe agregar una valoración sobre los logros que cada uno ha alcanzado tanto en el ámbito político como en el profesional. Por último, quisiera agregar que sin importar quién sea el próximo presidente, El Salvador logrará avanzar como país cuando cada uno de los habitantes avancemos como personas, nos cultivemos y eduquemos íntegramente para poder denunciar y criticar las decisiones y acciones que atenten contra nuestros derechos y oportunidades.